Tos, estornudos, fiebre, son síntomas que más que nada nos recuerdan el invierno, por que es en esa época del año donde enfermedades como la gripe o los resfriados son más frecuentes, pues el frío reduce las defensas del organismo y además, permite que los virus causantes se propaguen con mayor facilidad.
Sin embargo, en verano también debes cuidarte de las gripes y resfriados, ya que los cambio bruscos de temperatura, el exceso de aire acondicionado o la visita a piscinas públicas son factores que pueden favorecer su desarrollo, y nada peor que caer enfermo en esta época del año. Por lo tanto, aunque el calor se haga sentir, no nos debemos olvidar de prevenir.
En verano la incidencia es menor porque la temperatura no favorece la propagación de los virus que causan resfriados y gripe, pero todos sabemos que el exceso de aire acondicionado puede permitir que algunos de estos agentes sobreviva y al mismo tiempo, reducir nuestras defensas causándonos una infección vírica que culmina enfermándonos.
Además, el contagio puede ser más sencillo por el mayor contacto en lugares públicos, donde un estornudo de otra persona puede acabar infectándonos.
Entonces, nada mejor que prevenir la gripe y los resfriados también en verano. Para ello, debemos lavarnos las manos frecuentemente, evitar los cambios bruscos de temperatura y abrigarnos si en un lugar con aire acondicionado la temperatura es muy baja.
Por supuesto, también podemos reforzar nuestras defensas comiendo sano, muchas frutas y vegetales y ejercitándonos de manera regular.
Personalmente soy de las que sufren los cambios de temperatura y más de una vez me ha tocado soportar un molesto resfriado de verano que todos podemos evitar con los cuidados antes dichos.
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Imagen | Mcfarlandmo
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