Al momento de reducir el peso corporal una de las primeras cosas que solemos hacer es incrementar la actividad física para así, gastar más calorías y poder adelgazar. Al mismo tiempo, se considera que una de las grandes causas de obesidad es el sedentarismo. Sin embargo, un estudio del Centro Nacional de Estadísticas de Salud de Estados Unidos señala que en 2017 se registró más ejercicio pero más obesidad, entonces nos preguntamos, ¿el problema será la dieta?.
Para solucionar la obesidad, el ejercicio sólo no alcanza
Como siempre decimos, la obesidad es una enfermedad compleja y de múltiples causas por lo que, atacar sólo una de ellas no es suficiente para revertir esta condición.
Eso ha quedado demostrado en este informe recientemente publicado donde se señala que si bien en los últimos 10 años los estadounidenses se mueven más, las cifras de obesidad continúan creciendo.
La dieta puede ser muy importante al momento de adelgazar y la mala alimentación de los americanos puede ser la respuesta a estos datos que parecen contradictorios. Sin embargo, debemos pensar que hay muchos factores más que influyen en el desarrollo de obesidad y que incrementar el gasto calórico no es todo para su solución.
Comer más sano, dormir mejor, controlar el estrés y prevenir algunas enfermedades que pueden favorecer la obesidad también es importante.
Asimismo, debe quedar claro que movernos más es beneficioso aun teniendo obesidad pero que realizar ejercicio no es una licencia para comer más y peor, sino que si realmente queremos mejoras a nivel salud, todo hábito saludable debe enmarcarse en un estilo de vida también sano.
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