Una de las eternas dudas que existen alrededor del ejercicio es el mejor momento para hacer abdominales. Muchas personas son partidarias de hacerlo antes de entrenar, otras piensan que mejor es después de haber realizado el ejercicio que nos tocaba para esa jornada… Sea como sea, los abdominales son un tipo de ejercicio que nos crea muchas dudas a la hora de llevarlos a cabo. Por este motivo en Vitónica queremos ahondar un poco más en esto y ver diferentes momentos para trabajar el abdomen y sacar los mejores resultados.
En torno a los abdominales y en especial a su ejecución existen muchas dudas, sobre todo en el momento adecuado para trabajar esta parte del cuerpo, y el número de veces a la semana que lo debemos hacer. Por ello en esta ocasión queremos aclarar algunos puntos al respecto, y es que seguro que si lo hacemos de la manera más adecuada conseguiremos unos resultados mucho mejores sin un esfuerzo sobrehumano. De todas formas vamos a ver todas las opciones posibles a la hora de trabajar el abdomen y así elegir entre la que más se adapta a nuestros gustos.
Trabajar abdominales al principio del entrenamiento
En primer lugar existen muchas personas que creen que el mejor momento para trabajar los abdominales es justo antes de trabajar otra parte del cuerpo. Realizar los abdominales al comienzo del entrenamiento es para muchos una buena opción. Es cierto que al principio del entrenamiento teneos intactas todas las fuerzas y nuestro cuerpo responderá mucho mejor a cualquier ejercicio que necesite de fuerza explosiva para llevarse a cabo. En el caso de los abdominales conseguiremos trabajar mucho mejor. Pero no hay que olvidar que se trata de un ejercicio intenso, por lo que al llevarlo a cabo estaremos consumiendo gran parte de la glucosa que tiene el cuerpo. Precisamente este consumo hará que después no rindamos tanto a la hora de trabajar otras partes del cuerpo.
Abdominales al final del entrenamiento
Trabajar los abdominales al final de la sesión de entrenamiento es otra alternativa que muchas personas tienen presente y que les parece la más acertada. Es verdad que de este modo el organismo ya está caliente y no necesitamos una preparación previa, pero hay que tener presente que cuando dejamos los abdominales para el final, las reservas de glucosa ya no están al cien por cien, sino que están en mínimos debido a que las hemos gastado al realizar el entrenamiento de otras partes del cuerpo. Por ello el nivel de rendimiento al hacer los abdominales al final de la rutina de entrenamiento no será lo mismo ni la intensidad con la que los haremos será igual.
Entre medias del entrenamiento
Hacerlos entre medias de los ejercicios del grupo muscular principal que vamos a trabajar en esa jornada es otra alternativa. Es cierto que muchas personas intercalan ejercicios abdominales con otros principales. De este modo lo que se consigue es repartir un poco mejor las fuerzas, pero no concentramos al máximo la tensión en ninguna da las partes que estamos trabajando, ya que los abdominales, al igual que cualquier otro grupo muscular, requieren una cierta atención y dedicación exclusiva para lograr un perfecto desarrollo.
Destinar un día exclusivo para trabajar abdominales
Otra opción, que puede ser una de las más adecuadas para entrenar los abdominales al máximo es dedicarles el tiempo que se merecen, y para ello los entrenaremos solos en un día para ellos. Esto nos permitirá trabajarlos de diferente manera destinando todas nuestras fuerzas a ellos y a su ejecución. Concentrar todas las fuerzas en esta actividad a la larga será mucho más beneficioso para nosotros. Pero también podemos combinar la realización de abdominales con ejercicio aeróbico después, que nos ayudará a conseguir una mayor quema de energía a la hora de practicar cualquier disciplina aeróbica, ya que previamente ya habremos consumido gran parte de la glucosa que tiene el organismo, haciendo que tiremos de las reservas de grasa para conseguir energía.
Imagen | Vook tv
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