Entrenar el redondo mayor con pajaritos en poleas cruzadas

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El hombro es una parte del cuerpo que tiene un gran número de músculos que la conforman. Por este motivo entrenar bien el hombro requiere trabajar todos y cada uno de los músculos que lo forman. En su mayoría se trata de músculos pequeños o medianos, por lo que la intensidad de los ejercicios debe ser moderada para evitar fatigar a estos músculos. En este caso vamos a ver una forma de trabajar uno de los músculos más escurridizos del hombro, el redondo mayor.

El redondo mayor es un músculo que se encuentra en la parte trasera del hombro. Su colocación es cruzada y tiene unas dimensiones pequeñas, por este motivo es difícil aislarlo por completo a la hora de trabajarlo, ya que intervienen muchos músculos a la hora de entrenar éste, repartiéndose de este modo la tensión generada a lo largo del ejercicio. Por ello es esencial que ejecutemos ejercicios efectivos, y para ello nosotros vamos a destacar en esta ocasión uno muy útil, se trata de los pajaritos con poleas.

Para la realización de este ejercicio lo que necesitaremos será una columna de poleas o una máquina de poleas, de modo que éstas queden a la altura de nuestros hombros, ya que este plano va a ser sobre el que vamos a trabajar en esta ocasión. Antes de nada daremos un pequeño apunte sobre la carga a elevar, y es que el redondo mayor no soporta demasiado peso, por lo que es necesario que elijamos cargas livianas que seamos capaces de elevar con este músculo para así trabajarlo por completo e impedir que sean otros los que intervengan.

Para comenzar el ejercicio lo que debemos hacer es colocar las poleas a la altura de los hombros. La mayoría que las columnas permiten la regulación en altura de las poleas, por lo que las regularemos a nuestra altura. De este modo lo que haremos será asir las poleas con ambas manos, es decir, la polea que queda a nuestra derecha la agarraremos con la mano izquierda y la que queda a la izquierda con la mano derecha, de modo que se queden cruzadas.

En esta posición, y colocados de pie con las piernas ligeramente separadas, las rodillas algo flexionadas y la espalda recta, colocaremos los brazos paralelos a los hombros y ligeramente doblados por los codos, como si tuviésemos unas alas imaginarias. En esta postura, y sin soltar las poleas en las que habremos seleccionado la carga previamente, debemos desplazar los brazos todo lo que podamos hacia atrás, de modo que notemos la tensión en la parte trasera del hombro. Es importante que lo largo de todo el ejercicio no dejemos de mover los brazos manteniendo el plano de los hombros, ya que subirnos o bajarnos implica la acción de otros músculos y no la del redondo mayor.

Este movimiento lo debemos hacer lo más abierto posible, evitando posturas forzadas, ya que hay veces que al elegir mucha carga lo que hacemos es afianzarnos en otras partes mediante giros raros que lo único que harán será ponernos en el riesgo de padecer una lesión. Por ello es importante concentrarnos en el músculo trabajado y evitaremos así sobresaltos.

Vide | Youtube/ javiergomezLAZARO

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