Al elegir comida, en la variedad está el gusto, pero solo cuando estamos bien activados fisiológicamente

Al elegir comida, en la variedad está el gusto, pero solo cuando estamos bien activados fisiológicamente
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¿Cuántos de vosotros repetís el mismo desayuno varios días a la semana? Incluso durante toda la semana. Sin embargo, ¿cuántos repetís la misma cena durante toda la semana? A mí, personalmente, me cuesta incluso repetir la misma cena en dos semanas contiguas. Podríamos pensar que se trata de una cuestión de costumbre, pero nuevas investigaciones encuentran que podría haber algo más detrás de ello.

Según esta investigación, nuestra búsqueda de diversidad en la comida es menor durante la mañana que en otros momentos del día y los culpables podrían ser los cambios en los ritmos circadianos.

Para realizar esta investigación llevaron acabo cuatro estudios diferentes. En el primero de ellos analizaron durante 25 meses el comportamiento, en lo que a la compra en supermecado se refiere, de más de un millón de hogares. Entre otras cosas encontraron que, por ejemplo, si compramos yogures por la mañana tendemos a comprarlos todos del mismo sabor, mientras que si los compramos por la tarde tendemos a coger diferentes sabores.

En el segundo estudio, se realizó una prueba en laboratorio con 70 personas. A cada una de estas personas se les asignó una hora del día para realizar la investigación que consistía en que realizaran en el ordenador una prueba que media el nivel de búsqueda de diversidad de cada uno de ellos. Los investigadores comprobaron que las personas estuvieran bien sincronizados con la hora del día que era y que no hubiera nada que afectara a sus ritmos circadianos. Además, midieron sus temperaturas para controlar cuál era su nivel de activación fisiológica.

Brooke Lark 176369 Unsplash

En el tercer estudio examinaron las elecciones individuales a más horas y momentos del día que en la anterior y cambiaron el tema de elección - ya no tenían que elegir comida u objetos, sino que tenían que elegir entre actividades a realizar-. La idea era comprobar si la gente también elige menos variedad de actividades por las mañanas y, aparentemente, así es.

En el cuarto y último, intentaron terminar de confirmar el efecto de los ritmos circadianos en el patrón de elección. Para ello, estudiaron no solo a personas que estaban más activas a lo largo del día, sino también a personas que suelen estar más activas por las mañanas - gente que se va a dormir muy temprano y se levanta muy temprano - ya que en este caso en la mañana tendrían una gran actividad fisiólogica. Según su teoría, y si los ritmos circadianos y la activación fisiológica realmente afectan a la variedad de nuestras elecciones, estas personas deberían buscar más variedad en las mañanas.

Efectivamente, según indican, encontraron que en general las personas buscamos menos variedad durante las mañanas y más a lo largo del día. Por ello, por las mañanas podemos desayunar siempre lo mismo, mientras que el resto del día preferimos variedad.

Según estos investigadores, el motivo se debe al efecto de los cambios circadianos en la estimulación fisiológica y en el despertar. El impacto que tiene la hora del día en nuestro deseo de variedad en la alimentación está mediado por el despertar y activación fisiológicos. Este efecto estaba moderado por cosas como la cantidad de luz o las diferentes preferencias circadianas.

Nos gusta más la variedad en las horas en las que más fisiológicamente estimulados estamos, por eso buscamos más variedad en la cena que en el desayuno

Encuentran que en las horas del día en las que las personas nos encontramos más estimuladas fisiológicamente - por ejemplo, cuando hemos estado más expuestos a la luz solar - preferimos más variedad en nuestra alimentación. Pero, como indican, también influyen las preferencias personales y aquí entra lo encontrado en la cuarta investigación: las personas que son más mañaneras y tienen más estimulación fisiológica en la mañana sienten más deseo de variedad en ese momento.

En definitiva, lo que este estudio encuentra es que más que una cuestión de costumbre o de preferencias, nuestra búsqueda de variedad - especialmente en lo que a la alimentación se refiere - está mediada por los cambios en nuestro ritmo circadiano. Como la mayoría de nosotros estamos más activos durante el día que justo temprano en la mañana, es entonces cuando buscamos más variedad.

Sin embargo, las personas que están más activas en la mañana - y es cuando más activación fisiológica tienen - buscan más variedad en ese momento que quienes no.

Imágenes | Unsplash
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