Anteriormente nos adentramos en el mundo de las barritas energéticas y os presentamos los diferentes tipos que podemos encontrar y sus funciones. Pero aun así muchas veces seguimos sin hacer un buen uso de ellas. Por ello en esta ocasión lo que queremos es dar algunas nociones acerca de su correcto uso y de cuál es la mejor manera de consumirlas.
Como ya vimos anteriormente, las barritas energéticas las solemos usar para momentos en los que necesitamos una ayuda extra en lo que a energía se refiere. Su uso supone un aporte extra de energía que nos puede venir muy bien cuando vamos a realizar cualquier tipo de deporte. Pero esto no quiere decir que su uso esté justificado siempre y mucho menos que se haga de cualquier manera. Para ello es necesario tener presentes algunas formas para conseguir un uso adecuado de las mismas.
Conocer los efectos que cada tipo de barrita tiene en nuestro organismo
No todas las barritas son igual de eficaces y mucho menos todas tendrán un efecto sobre nosotros. Por ello es muy bueno conocer los efectos que su consumo tendrán en nosotros. No sirve de nada consumir una barrita a ciegas sin haberla probado antes. Si hacemos esto pueden pasar varias cosas, que no nos haga efecto o que por el contrario nos resten energía por no ser las barritas más adecuadas para esa actividad que vamos a llevar a cabo.
Un ejemplo claro es echar mano de una barrita de proteínas que sirve para sustituir una comida cuando lo que queremos es una dosis extra de energía inmediata para una actividad que vamos a realizar en ese momento. Por ello es necesario haberlas probado antes y conocerlas para evitar engañarnos a nosotros mismos. No debemos dejarnos guiar por la publicidad, sino por nuestra propia experiencia, pues al fin y al cabo es lo mejor que tenemos y lo que nos resultará.
Las barritas no deben sustituir las comidas
Una barrita energética nunca es el sustituto de una comida. Esta máxima es la que debe predominar en nuestra cabeza, ya que simplemente es una ayuda para poder realizar mejor un entrenamiento o una prueba. Dejar de lado las comidas es un error que no debemos correr, ya que el organismo necesita una serie de nutrientes que muchas veces las barritas no nos van a aportar, pues están focalizadas en la parte energética y su aporte. Por ello es necesario cuidar la alimentación aunque echemos mano de barritas.
Respetar siempre la dosis recomendada
Las barritas en su mayoría contienen dosis extras de determinados nutrientes. Por ello es necesario conocer la dosis que podemos consumir al día y la recomendada para cada tipo de actividad deportiva. No es nada recomendable sobrepasar la dosis porque el exceso de nutrientes es igual de malo que la falta. Eso sí, las barritas nos ayudarán a evitar situaciones como las bajadas de azúcar que causan las temidas pájaras que nos impiden conseguir nuestros objetivos. Por ello, como decíamos anteriormente es mejor conocer nuestras limitaciones y hasta donde podemos llegar para recurrir a esta ayuda.
Cómo ingerir las barritas antes, durante y después del entrenamiento
Siempre es necesario tener presente que las dosis necesarias de energía las podemos cubrir con una alimentación adecuada al tipo de actividad que estamos llevando a cabo. Pero si no es así podemos recurrir a las barritas. La manera de ingerirlas dependerá siempre del tipo y la intensidad de la actividad. Si lo que vamos a hacer requiere mucha energía podemos consumir una antes de la actividad y durante, dependiendo de los requerimientos del organismo, podemos ingerir otra o varias. Lo mismo que podemos echar mano de otra al finalizar para reponer fuerzas. Pero siempre que se haga a través de la alimentación correcta es mucho más recomendable.
Otras recomendaciones a tener en cuenta
Otras recomendaciones a tener en cuenta sobre las barritas son que no debemos olvidar que es un alimento seco, por lo que la ingesta de líquidos deberá aumentar. Esto nos ayudará a mejorar la asimilación de los nutrientes y con ello la digestión de las mismas. A esto hay que sumarle que no debe ser algo habitual en nuestra dieta. Solamente debemos recurrir a ellas cuando sea necesario o las necesitemos para algo puntual. Acostumbrarnos a no alimentarnos bien y recurrir a ellas para tener fuerza es un error que no debemos correr.
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