Batidos para adelgazar: lo bueno, lo feo y lo malo

Batidos para adelgazar: lo bueno, lo feo y lo malo

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Batidos para adelgazar: lo bueno, lo feo y lo malo

Las dieta milagro y las alternativas - normalmente muy caras - para adelgazar siempre vuelven a ponerse de moda a principios de año, para intentar compensar los excesos y aprovechando los propósitos de Año Nuevo y los meses posteriores a las vacaciones de verano para animar a la operación bikini. La mayoría de estas dietas y métodos no nos ayudan realmente a adelgazar y pueden, incluso, ser peligrosos.

Entre ellos, encontramos los batidos y barritas sustitutivas que prometen ayudar a hacer una dieta detox o, simplemente, a perder peso al consumirlos en vez de otra comida. Es importante que conozcamos, realmente, cuáles pueden ser los efectos de este tipo de herramientas. Para ello, vamos a intentar esclarecer la parte buena, la mala y la peor de todas.

Un vistazo a…
AYUNO INTERMITENTE

Lo bueno: pueden aumentar la ingesta de fruta y verdura

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Lo normal cuando comenzamos a utilizar batidos para adelgazar es que los compremos en supermercados, tiendas especializadas e, incluso, en las farmacias en las que los venden. Sin embargo, en los últimos años se ha puesto de moda elaborar nuestros propios batidos detox (aunque también podemos comprarlos). En ningún caso es saludable que cambiemos comidas, ya sea todas o solo algunas, por el consumo de batidos, incluso aunque los hagamos en casa.

En cualquier caso, cuando los elaboramos en casa tenemos al menos el control sobre lo que le estamos añadiendo a nuestro batido. De esta manera, no estaremos consumiendo los batidos ultraprocesados que se suelen vender y, probablemente, contengan menos azúcar que estos. Además, si normalmente no consumimos verdura o fruta de manera habitual, el uso de estos batidos puede aumentar la cantidad de hortalizas y fruta que consumimos.

Es importante recordar que los batidos - incluso aunque los hagamos en casa - no son la mejor forma posible de comer fruta ni verdura. Lo ideal es que consumamos piezas enteras de fruta, que además de asegurarnos consumir toda su fibra, también nos obligan a la masticación aumentando la saciedad. Si realizamos batido de este estilo, debemos procurar dejar toda la pulpa para ayudar a la metabolización del azúcar naturalmente presente en frutas y verduras. Y, por supuesto, nunca deben servir como sustituto de una o varias comidas.

Lo feo: puede salirnos muy caro y las estrategias de marketing pueden ser engañosas

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La parte fea de este tipo de batidos es que, cuando los compramos, su precio no suele ser para nada barato. Tengamos en cuenta que se trata -en su gran mayoría - de batidos que pretenden sustituir las tres principales comidas del día. En algunos casos, se recomienda únicamente sustituir una comida al día. En ese caso estaríamos hablando de siete batidos a la semana. En el caso de sustituir todas las comidas por batido la cifra subiría a 21 batidos semanales.

Es verdad que este tipo de dietas se dan en periodos muy cortos de tiempo, pero la realidad es que podemos llegar a gastarnos hasta 50 euros al día con estos batidos. La mayor parte del peso que perdemos con este tipo de batidos es el que reducimos de nuestros bolsillos. Otro tema importante, es el tipo de publicidad que suelen utilizar para anunciar estos productos o dietas.

No es de extrañar que escuchemos cosas como que ayudan a adelgazar x kilogramos en un tiempo específico. Es posible, incluso, que contengan testimonios de otros usuarios. Tal y cómo contaba hace un tiempo el nutricionista Juan Revenga en su blog, este tipo de práticas se encuentran fuera de la legalidad, por lo que, en teoría, no deberían poder usarlas.

Lo malo: ponemos en riesgo nuestra salud

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En realidad lo peor de este tipo de batidos para adelgazar y detox no es solo que no funcionen - que no lo hacen -, sino que pueden poner en peligro nuestra salud. Se tratan de dietas que restrigen muchos nutrientes, ya que nos saltamos comidas y las sustituímos por batidos - por muchas verduras que lleven -. Este hecho nos hace correr el riesgo de sufrir carencias nutritivas estresando al organismo.

Por otro lado, tampoco ayudan a perder peso, dado que ante una restricción importante de nutrientes y calorías nuestro cuerpo puede ponerse en una situación de adaptación metabólica. Es decir, el cuerpo no sabe cuándo va a volver a ingerir suficientes calorías así que ralentiza la quema de las que obtiene. Esto provoca que cuando volvemos a comer con normalidad suframos el conocido efecto rebote y podamos engordar más de lo que hemos adelgazado.

Pero es que, además, puede existir cierto riesgo de intoxicación cuando abusamos de estos batidos tal y cómo señalan algunas autoridades. Cuando abusamos de su consumo existe riesgo de aumentar los cálculos renales dado que consumimos demasiados oxalatos. Esto muy difícilmente ocurre con una dieta equilibrada en la que, además, consumimos los alimentos enteros mediante masticación y no bebidos.

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