Coco y sus derivados, ¿pueden incrementar el colesterol?

Coco y sus derivados, ¿pueden incrementar el colesterol?
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El coco y sus derivados son alimentos muy reconocidos en la actualidad por su poder para mejorar la salud y también, por su fama como adelgazante, sin embargo, su perfil de grasas siempre ha sido polémico. Por ello, muchos se cuestionan si su consumo, puede incrementar el colesterol.

El coco, ya sea la fruta fresca, en su versión deshidratado, rallado o simplemente el aceite de coco o su jugo, son todos ricos en grasas saturadas, quizá por ello, muchos imaginan que su ingesta puede elevar el colesterol en el organismo.

Sin embargo, aun hay resultados controvertidos en cuanto a ello, ya que si bien el coco y su derivados tienen alta proporción de grasas saturadas, no aportan en absoluto colesterol y pueden tener otros componentes buenos para los lípidos en sangre.

Los estudios al respecto

Entre la evidencia científica obtenemos diferentes datos, y mientras el aceite de coco se ha asociado a incremento del colesterol total en un estudio, fue mayor el aumento si en la dieta había exceso de colesterol.

En otra investigación se supo que los valores de colesterol pueden variar por la influencia de otros factores, tales como el sexo, pues en las mujeres la ingesta de aceite de coco sí elevó el colesterol en sangre, mientras que en general, no se observaron cambios significativos.

Coco

Por otro lado, en roedores se han observado disminuciones de colesterol y otros lípidos en sangre ante la ingesta de aceite de coco virgen, por lo que, no se puede confirmar que el coco y sus derivados eleven el colesterol.

Sí podemos imaginar que no será lo mismo consumir coco fresco o rallado, con alto porcentaje de fibra que aceite de coco, cuya fibra desaparece y sus calorías y grasas se concentran notablemente.

Lo mejor que podemos hacer es incluir el coco y sus derivados en el marco de una dieta equilibrada y considerar que como todos los aceites, el de coco se debe consumir en pequeñas proporciones, mientras que la fruta fresca difícilmente se presente en exceso en nuestra dieta.

Igualmente, no se puede comprobar que el coco y sus derivados elevan el colesterol en nuestro cuerpo ni que las grasas saturadas incrementen el riesgo cardíaco, por lo que, podemos disfrutar de estos alimentos en el marco de una dieta equilibrada, sin inconveniente alguno.

Bibliografía consultada | Arteriosclerosis, Thrombosis, and Vascular Biology,1990; 10: 119-128, doi: 10.1161/01.ATV.10.1.119; Journal of Lipid Research, August 1995, 36, 1787-1795; Clinical Biochemistry, Volume 37, Issue 9, September 2004, Pages 830–835 y Am J Clin Nutr, January 13, 2010, doi: 10.3945/​ajcn.2009.27725
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Imagen | Hafiz Issadeen e iStock

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