Tres diferencias entre trail running y correr por la ciudad

Tres diferencias entre trail running y correr por la ciudad
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Si eres un corredor de ciudad habitual y estás pensando en pasarte al trail running, mucho ojo con cambiar "a las bravas". Y es que correr sobre asfalto y correr por el monte poco tienen que ver; la diferencia es mucho mayor aún si a lo que estamos acostumbrados es a correr sobre una cinta. Hoy os explicamos algunas diferencias entre el trail running y correr por la ciudad: vitónicos, ¿montaña o asfalto?.

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Distinto entrenamiento, distinta preparación

En el caso de las carreras por montaña, ten claro que son bastante más duras que las que puedas realizar por la ciudad. La orografía del terreno suele tener muchos ascensos y descensos, es uno de los factores con los que medimos la dureza de un trail. Mucho ojo con las carreras consideradas como "rompe-piernas": aquellas que implican realizar un ascenso considerable para después descender y repetir este proceso varias veces.

La preparación de las carreras de trail suele tomar más tiempo que las de una carrera por asfalto, y siempre posterior a haber corrido en llano. Será importante que en nuestros entrenamientos semanales incluyamos siempre sesiones de fartlek, caracterizadas por los cambios de ritmo. Además, en el entrenamiento para trail es muy importante el trabajo de fuerza del tren inferior, bien con nuestro propio peso corporal o bien en el gimnasio.

Trabaja a fondo la propiocepción

Sobre todo de los tobillos. El terreno en el que nos vamos a mover en una carrera de trail es inestable e irregular. No hablamos ya de cuestas o pendientes más o menos empinadas, sino de que en nuestro camino podemos encontrar piedras, barro o incluso terreno inclinado.

Trail-running

Para hacer frente a estos imprevistos lo mejor es trabajar la propiocepción o capacidad para saber dónde se encuentra cada segmento de nuestro cuerpo en cada momento. Esto nos ayudará de cara a prevenir posibles lesiones (las más frecuentes son los esguinces o lesiones de ligamentos). Puedes ver algunos ejercicios para trabajar la propiocepción del tobillo aquí o aquí.

Escoge el calzado adecuado

Al igual que no usamos unas zapatillas de levantamiento para salir a correr, también debemos cuidar la elección de nuestro calzado a la hora de salir a la montaña. Las zapatillas de trail running se caracterizan sobre todo por tener un tipo de suela con un mejor agarre que unas zapatillas de running tradicionales. El tipo de suela a elegir dependerá del terreno sobre el que nos vayamos a mover: no es lo mismo correr sobre piedras que sobre hierba, y necesitaremos un agarre distinto.

En cualquier caso, las zapatillas de trail tienen la suela taqueada y con mucho dibujo para agarrarse eficazmente al terreno sin sufrir resbalones o caídas. Además, sus materiales deben ser específicos para protegernos de las inclemencias del tiempo (lluvia, temperaturas más bajas, barro...).

Teniendo estos tres factores en cuenta, te animamos a que comiences a prepararte para correr por un terreno distinto, ¿qué tal probar el trail running como reto para 2015?

Imagen | Thinkstock #1 #2
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