Adelgazar con L-carnitina: la ciencia nos explica si realmente funciona

Adelgazar con L-carnitina: la ciencia nos explica si realmente funciona

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Adelgazar con L-carnitina: la ciencia nos explica si realmente funciona

Empecemos por la respuesta rápida: la L-carnitina no ayuda a adelgazar más fácil ni rápidamente. Para todos aquellos que siguen en la búsqueda del santo grial del tipazo, esta sustancia tampoco es la piedra filosofal. ¿Pero sirve para algo? Vamos a hablar de qué sabemos de esta sustancia, su uso y sus consecuencias.

Un vistazo a…
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¿Qué es la L-carnitina?

La levocarnitina, o L-carnitina, es una sustancia orgánica de naturaleza amina (una amina cuaternaria, para los amantes de la química). Se denomina "levo" porque es un estereoisómero de la D-carnitina, la carnitina "dextro", que no es de utilidad biológica para los animales, grosso modo. Esta sustancia es un componente esencial en el metabolismo energético celular.

Su función consiste en mediar el transporte de los ácidos grasos hasta el interior mitocondrial. Las mitocondrias son unos orgánulos celulares que se encargan de la respiración celular. En este proceso "consumen" moléculas como los ácidos grasos y los convierten en energía. Pero para que dichas moléculas puedan introducirse en su interior, hacen falta mediadores como la L-carnitina que permitan su transporte.

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En la membrana de estas mitocondrias se encuentra la L-carnitina, haciendo su función

Por esta razón, la L-carnitina es imprescindible y nuestro cuerpo la produce en cantidad suficiente gracias al riñón, el hígado o el cerebro. Su formación se hace a partir de dos aminoácidos esenciales: metionina y lisina, aunque también se adquiere a partir de productos de origen animal como la leche o la carne (de donde viene su nombre).

Los vegetales no contienen carnitina, salvo ciertas excepciones, pero ante un estado de salud normal no hace falta la suplementación con esta sustancia (a excepción de los niños, como han comprobado algunos estudios). En principio, la L-carnitina que producimos es suficiente para un correcto funcionamiento corporal. Hasta aquí todo claro. ¿Pero qué hay si hablamos de usarla como suplemento deportivo?

Para qué no sirve la L-carnitina

La L-carnitina es un suplemento bastante popular en eso de perder peso. Y admitámoslo, mucha gente utiliza este tipo de suplementos a la hora de ir al gimnasio. Esto nos puede dar una idea del valor que se le da en ambientes fitness. ¿Pero existe razón para ello?

Sabemos, desde hace mucho, que la carnitina es necesaria para el buen funcionamiento del cuerpo. Su deficiencia puede llevar a problemas muy graves. En casos más leves, la falta de L-carnitina puede traducirse en ganancia de peso y acumulación de grasas. Si tenemos en cuenta que es un factor clave en el metabolismo de las grasas, es lógico.

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La L-carnitina no ha demostrado ser efectiva ni para perder peso ni para eliminar grasa

Y por tanto, también parece lógico pensar que una cantidad adicional de este metabolito en el cuerpo nos ayudará a consumir grasa más rápidamente. Pero no es así. Numerosos estudios tanto en animales como en seres humanos han comprobado que no existe una diferencia identificable en la pérdida de peso y masa grasa con la suplementación de L-carnitina. Ni si quiera cuando se usa con personas que padecen de obesidad.

Por tanto, podemos decir con bastante rotundidad que la L-carnitina no sirve para perder peso (ni para acelerar el proceso). Esto también tiene bastante lógica puesto que hablamos de los mecanismos internos de la mitocondria, uno de los orgánulos más íntimos de las células, y sirve para uno de los procesos más básicos que existen, lo que se traduce en un proceso controlado casi de forma draconiana.

¿Y qué hay del ejercicio?

Hace un tiempo discutíamos en Vitónica un interesante estudio en el que los investigadores demostraban que un consumo de 4 gr de L-carnitina durante varios meses supone un aumento significativo de la concentración de carnitina presente en el músculo. Esto, de nuevo, nos hace pensar que tras esta suplementación continuada podemos llegar a alcanzar un mayor rendimiento muscular.

Nada que ayude a adelgazar antes, sino que supondría una mejora en el rendimiento del músculo entrenado, mejorando la fatiga y la economía energética muscular. Pero poco tiempo después otro estudio tiraba por tierra estas conclusiones. En esta ocasión, los investigadores se lanzaron a interpretar qué supone dicho aumento, analizando la situación muscular, los metabolitos presentes, etc.

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Y el resultado es un poco descorazonador: por el momento, parece que una mayor concentración de carnitina en el músculo sirve para... nada. Esto se deduce del análisis del ejercicio de alta intensidad, aunque sus resultados son extrapolables, en principio, a otros tipos de ejercicio ya que el metabolismo es el mismo.

¿Entonces, para qué sirve la carnitina?

Como hemos dicho desde un principio, la L-carnitina es, sencillamente, esencial para vivir. Sin ella podemos sufrir de agotamiento, fallo muscular y un sinfín de problemas que pueden terminar con consecuencias fatales en el peor de los casos. ¿Y la suplementación con L-carnitina? Esta sirve para el tratamiento de enfermedades varias.

La L-carnitina sirve para el tratamiento de ciertos problemas y patologías, pero no tiene efectos ergogénicos detectables hasta la fecha

La L-carnitina ayuda al buen funcionamiento del hígado en personas con esteatohepatitis no alcóholica, una patología con difícil solución y consecuencias muy graves. También sirve como medio para tratar la baja movilidad de los espermatozoides o, incluso, las intoxicaciones con ácido valproico, una sustancia empleada en el tratamiento de la epilepsia.

Pero si lo que buscamos es una mejora en la gestión de las grasas corporales o la eficiencia física, parece que deberemos desistir. Por el momento, la suplementación con carnitina no ha mostrado ningún tipo de ayuda ergogénica (que mejore la producción de energía del cuerpo) ni del rendimiento en ninguna disciplina deportiva.

A pesar de las voces que siguen aconsejando su uso, su eficacia está seriamente cuestionada y con razones científicas más que suficientes para no prestarle atención a sus defensores. Hasta la fecha, no hay buenas razones para suplementar una dieta con carnitina, a no ser que lo necesitemos por cuestiones médicas. Y es que en esto de los suplementos para el deporte ya se sabe: "Si parece demasiado bueno para ser verdad, probablemente no lo sea".

Imágenes | Torange, Wikimedia, Pixabay, Pixinio

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