El frío y las bajas temperaturas suele ser la seña de identidad de esta época del año, pero no solamente esto es lo característico del otoño, sino que los problemas corporales derivados de este descenso de las temperaturas son otras de las señas de este periodo del año. Cabe destacar la aparición de catarros, gripes, congestiones... Aunque un problema que está por encima de todos y que a muchos nos trae de cabeza por lo incómodo que resulta es la cistitis o infección de orina.
El descenso de las temperaturas es uno de los principales culpables de estas infecciones, algo que no podemos pasar por alto, pero que sí debemos prevenir, y para ello es necesario que sepamos las medidas a llevar a cabo para conseguir que nuestro cuerpo no padezca estas molestas infecciones que afectan a la salud.
En primer lugar debemos proteger los aparatos urinarios del frío. La excesiva exposición es uno de los principales causantes de la bajada de las defensas corporales en esta zona, algo que puede deparar una infección a causa de las agresiones que nos llegan del exterior. Para ello es necesario no sentarnos sobre superficies frías, evitar la constante exposición al frío que lograremos con el uso de la ropa adecuada. Otro punto que debemos tener en cuenta es evitar la humedad en esta zona del cuerpo, ya que puede ser la causa de la aparición hongos.
El consumo habitual de líquidos es otra buena forma de prevenir la aparición de infecciones de orina. En muchos casos estas infecciones se generan debido a la acumulación de bacterias y microorganismos en el aparato urinario. El líquido abundante nos ayudará a eliminarlos y lograr mantener limpios los diferentes órganos que lo componen. Para ello es recomendable que bebemos líquido de forma constante para mantener activo este sistema.
Acudir a orinar siempre que el cuerpo nos lo pida es fundamental. Está bien que por un lado consumamos el líquido suficiente para limpiar, pero por otro lado debemos expulsar ese líquido acompañado de los microorganismos nocivos que causan las infecciones. Si nos aguantamos lo que estamos haciendo es seguir manteniendo esas bacterias y toxinas en el cuerpo, lo que nos puede generar una infección de orina. Junto a esto es recomendable vaciar a tope la vejiga cada vez que acudamos al servicio, ya que de esta manera evitaremos la acumulación de toxinas en los diferentes conductos del aparato urinario.
La alimentación es importante a la hora de mantener el sistema urinario a ralla. El alcohol y el tabaco son dos fuentes principales de toxinas que a la larga pueden acabar por pasarnos factura, pues si no las eliminamos adecuadamente acabarán causándonos una infección. Para evitar esto es necesario que sigamos una dieta rica en alimentos naturales que nos ayudarán a depurar el organismo y mantener un aparato urinario en perfectas condiciones.
Imagen | Biensimple
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