El electrofitness, o combinación de electroestimulación global simultánea a la realización de un programa de ejercicio, tuvo un auge muy fuerte, pero la presencia de este tipo de centros que ha ido reduciéndose progresivamente.
Repasamos las luces y sombras de esta subida y descenso, así como los efectos, ventajas e inconvenientes de esta técnica.
El "boom" de la electroestimulación
Hace unos años, en en España, se produjo un aumento vertiginoso de los centros que ofrecían entrenamiento mediante electroestimulación, ofertando los beneficios de esta técnica. Surgieron multitud de centros específicos, y también otros centros, como gimnasios o espacios de estética, que incluyeron este sistema de entrenamiento dentro de sus servicios.
La demanda de profesionales formados que aplicaran esta técnica también creció, y esto dio lugar a que personal, cualificado o no, terminara aplicando esta técnica, a la que se le presumían muchas ventajas y pocos inconvenientes.
En prensa, y en algunos centros, se dio difusión a estos entrenamientos con eslóganes poco realistas y muy exagerados, con titulares como "el chaleco que entrena por tí" o haciendo entender que personas sedentarias podían ponerse en formas con unas pocas sesiones de 20 minutos repetidas algunas veces a la semana "tiene todos los beneficios de una hora de ejericio intenso". Sí, puede ser, pero también tiene los inconvenientes.
El hecho de que se le diera una publicidad tan positiva generó que multitud de centros lo ofertaran, por una demanda creciente que, probablemente, no vio cumplidas sus expectativas de "ponerse en forma sin hacer nada". Después del boom inicial probablemente quedarán usuarios más comprometidos, que sí pueden beneficiarse de esta técnica, pues no la realizarán únicamente por moda, sino con conocimiento de sus ventajas e inconvenientes.
Electrofitness: la realidad detrás de este tipo de entrenamiento
Utilizado por profesionales formados que planifiquen y adapten el entrenamiento, se pueden conseguir mejoras importantes. Por ejemplo, como complemento para personas que ya hagan otro tipo de entrenamiento.
Es útil para trabajar sin tanto desgaste articular, pues permite mejorar la activación muscular sin sobrecargar las articulaciones. Si hablamos de su uso para prevenir o tratar lesiones, o en personas con patologías, estaríamos hablando de la recomendación de que fisioterapeutas formados en electroestimulación y programas de ejercicio realicen un programa de tratamiento adecuado.
No se recomienda el uso en personas sedentarias que no realicen otro tipo de ejercicio. Tampoco en embarazadas, personas de edad avanzada, en ciertas patologías como cardiopatía, hipertensión, miopatía...
Uno de los inconvenientes más sonados es el riesgo de rabdomiólisis, un problema serio de salud que requiere tratamiento hospitalario urgente. Por todo esto consideramos de vital importancia que este tipo de técnicas, con posibles efectos adversos descritos y conocidos, deberían realizarse habiendo realizado un consentimiento informado, oral y por escrito, en el que se informe de las ventajas e inconvenientes y precauciones de la técnica.
¿Habéis utilizado esta técnica? ¿La seguís empleando en la actualidad? Dejadnos vuestras aportaciones en los comentarios
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