Así como el hábito de fumar ofrece sustancias tóxicas al organismo, la contaminación ambiental nos expone a partículas dañinas que pueden ocasionar diversas patologías con el paso del tiempo. Un estudio recientemente publicado en PlosOne señala que la contaminación ambiental es un factor de riesgo para sufrir enfermedades renales.
Mayor contaminación y más riesgo de enfermedad renal crónica
Tras ver la gran diversidad geográfica en la prevalencia de enfermedad renal crónica en Estados Unidos, se evaluó la relación con el grado de contaminación ambiental a lo largo de todo el país.
Y aunque la variabilidad puede deberse a factores de riesgo individuales, los resultados señalan que hay una asociación entre mayor contaminación ambiental y más prevalencia de enfermedad renal crónica.
Dado que la enfermedad renal crónica constituye un elevador del riesgo de muerte podemos decir que la contaminación ambiental acorta nuestra vida y resulta verdaderamente peligrosa para la salud del organismo.
Sin embargo, escapa a nuestras manos el control de la misma y aunque podemos tomar medidas para cuidar al medio ambiente lo mejor para proteger los riñones y otros órganos del cuerpo si estamos expuestos a un aire contaminado es reducir otros factores de riesgo.
Por ejemplo, llevar una alimentación rica en líquidos, evitar los excesos de sal, controlar la presión arterial y otros pueden proteger los riñones.
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