Una de las consecuencias deportivas derivada de la pandemia de coronavirus que estamos sufriendo es la cancelación de la mayoría de pruebas deportivas que estaban previstas para este otoño. Casi todas las carreras están posponiendo sus ediciones de 2020 ya con vistas a 2021, cuando esperamos que tengamos una situación más favorable que nos permita volver a participar en eventos deportivos, aunque no sean tan multitudinarios.
Mientras tanto, es importante que nosotros sigamos entrenando: por un lado para no perder la forma física y no tener que empezar "de cero" una vez que el calendario de carreras vuelva a normalizarse y, por otro, para mantener ese hábito de entrenamiento que tantos beneficios físicos y mentales nos trae.
Generalmente, los corredores solemos entrenar con la idea de preparar una carrera o distancia concreta: muchas veces cruzar la meta de esa carrera es "el motor" que nos anima a seguir saliendo a correr y a mantener los entrenamientos llueva o nieve ahí fuera.
Este año, sin embargo, está siendo diferente, así que ¿qué podemos hacer para mantener intacta esa motivación en un momento en el que el calendario de carreras parece casi desierto? Allá van unos cuantos consejos para que nada te pare.
Cómo motivarte cuando no hay una carrera en el horizonte
- Mantente motivado con las carreras virtuales: no es lo mismo correr solo que hacerlo acompañado de miles de personas con la misma ilusión por cruzar una meta, pero las carreras virtuales pueden ser una buena ayuda para mantenernos motivados en esta época en la que tenemos que mantener la distancia social. ¿Lo mejor de todo? Puedes participar desde cualquier sitio, así que en este caso no hay excusas por tema de movilidad. Si necesitas ideas, tienes el Movistar Medio Maratón VR 2020 el próximo mes de octubre (puedes correr 5, 10 o 21 kilómetros) o la edición virtual de la Behobia-San Sebastián en noviembre.
- Márcate tu propio reto: si prefieres ir a tu aire, tampoco es necesario que participes en ninguna carrera. Simplemente puedes establecer tu propio reto que te permitirá diseñar un calendario de entrenamientos adaptado a tus necesidades. Entrenar para correr una media maratón en la última semana del año, por ejemplo, (eso serían 16 semanas de entrenamiento si comienzas la semana que viene, algo más que razonable) puede ser tu propio reto personal.
- Aprovecha para trabajar tus eslabones más débiles: sin metas que cruzar a corto plazo, podemos aprovechar estos meses para reforzar aquellas partes de la carrera que se nos dan peor (o que no trabajamos lo suficiente en condiciones normales) para conseguir así, a la larga, ser mejores corredores. En muchos caso esto es, para sorpresa de nadie, el entrenamiento de fuerza. Sácale partido a estos meses introduciendo uno o dos días de entrenamiento de fuerza en tu calendario, ahora que no es necesario meter tantos kilómetros.
- Recupera la carrera por sensaciones: muchas veces, cuando estamos preparando una carrera, el pulsómetro es el amo y señor que guía nuestros entrenamientos. ¿Cuántos vistazos rápidos echamos al pulsómetro en un entrenamiento estándar para comprobar que, efectivamente, nos encontramos dentro del ritmo que tenemos que llevar? Este es un buen momento, sin retos a la vista, para dejar el pulsómetro en casa algunos días, y guiarnos solo por lo que nos dice nuestro cuerpo.
- Distanciamiento social en la montaña: si no sales a correr a gusto por la ciudad porque encuentras demasiada gente a tu paso y no puedes guardar el distanciamiento tanto como te gustaría, quizás sea un buen momento para probar la carrera por el monte. El distanciamiento social está prácticamente asegurado, y comenzar con una práctica nueva te motivará para seguir entrenando y mejorando.
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