Oculus Quest 2: probamos las nuevas gafas de realidad virtual que te ayudan a sumar más actividad física mientras te diviertes

Oculus Quest 2: probamos las nuevas gafas de realidad virtual que te ayudan a sumar más actividad física mientras te diviertes

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En los últimos años hemos asistido a un boom de los videojuegos que nos hacen movernos más y no quedarnos sentados en el sofá en interminables partidas. Por ejemplo, Just Dance de Ubisoft, ha convertido los salones de un buen número de casas en pistas de baile que requieren que copiemos los movimientos que vemos en la pantalla y los reproduzcamos al ritmo de la música. El año pasado Ring Fit Adventure de Nintendo se convirtió en uno de los títulos preferidos para que los jugadores de Nintendo Switch se mantengan en forma en casa.

Lo cierto es que la interacción es cada vez mayor con los videojuegos: hemos pasado de utilizar únicamente los botones del mando a manejar los controles con las manos, y de mirar a la pantalla de nuestra televisión u ordenador a disfrutar de una experiencia inmersiva con unas gafas de realidad virtual.

Precisamente la realidad virtual es la más reciente innovación en el mundo de los videojuegos activos, que nos animan a mantenernos en movimiento mientras jugamos. ¿Pueden estos videojuegos ayudarnos a la hora de mantenernos en forma? ¿Son un buen complemento para aumentar nuestra actividad física diaria o como acompañamiento de otro tipo de entrenamientos?

En Vitónica hemos podido probar las nuevas gafas de realidad virtual Oculus Quest 2 y os contamos nuestra experiencia.

Videojuegos activos con gafas de realidad virtual: un paso más para levantarnos del sofá

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El visor es, dentro de lo que cabe, bastante ligero (503 gramos) y se ajusta a nuestra cabeza con un sistema de dos gomas ajustables: una alrededor de la cabeza y otra por encima.

No vamos a entrar demasiado en características técnicas (podéis encontrar toda la información en el artículo de nuestros compañeros de Xataka), sino que nos centraremos en la experiencia del usuario para que podáis conocerla de primera mano.

Al abrir la caja nos encontramos con las gafas Oculus Quest 2, dos controladores Touch (uno para cada mano; funcionan con pilas y vienen incluidas), el cargador con su cable y adaptador a la corriente y un separador para las gafas, que facilita la adaptación de las mismas a la cabeza.

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El visor en su parte interior, con los cristales que pueden ajustarse en tres posiciones diferentes.

Para empezar a jugar solamente necesitaremos descargar la app de Oculus en nuestro teléfono móvil y conectarnos con nuestra cuenta de Facebook: las gafas son totalmente autónomas, sin cables y no necesitan de una videoconsola o de un ordenador para jugar con ellas. Se realiza un emparejamiento muy sencillo con las gafas vía bluetooth y a la red WIFI y listo: ya podemos comenzar a explorar y jugar. El proceso es muy rápido y muy intuitivo.

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Una vez listos, las Oculus Quest 2 funcionan como una videoconsola al uso: podemos descargar diferentes juegos (o "experiencias", el nombre que reciben oficialmente) a diferentes precios y proceder a jugar. El precio de los juegos oscila entre los 10 y los 30 euros, y también podemos hacer uso de experiencias gratuitas, como vídeos y documentales filmados para su disfrute en realidad virtual.

Videojuegos activos en realidad virtual: una buena forma de movernos más en nuestro día a día

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Incluye dos mandos muy ergonómicos, en los que los dedos recaen sobre los gatillos de forma muy natural.

Si no sois usuarios regulares de realidad virtual, como era mi caso, los primeros minutos con las Oculus Quest 2 puestas seguramente sean una sucesión de "ooooh" y "madre mía": la experiencia con las gafas es muy inmersiva e incluso puede resultar un poco desconcertante al inicio.

Necesitaremos un poco de espacio en el que poder movernos; tampoco nada excesivo: yo juego en un espacio de aproximadamente 2 x 2 metros y estoy cómoda, ya que algunos juegos requieren que nos movamos lateralmente o hacia adelante y atrás. Delimitaremos ese espacio desde las propias gafas, que nos avisan si "nos salimos" del mismo mientras estamos jugando.

Algunos de los videojuegos activos que hemos podido probar y que pueden ayudarnos a movernos más, también en nuestro tiempo de ocio son los siguientes. Los vídeos que tenéis a continuación son partidas que yo he jugado, ya que el visor nos permite tanto grabar vídeo y audio del juego para poder compartirlo en redes sociales como emitir en directo.

Beat Saber: movimiento, música y coordinación

Llevaba años queriendo probar este juego y la verdad es que ha superado todas las expectativas que pudiera tener. Se trata de un juego de coordinación y ritmo en el que vamos a tener que cortar con nuestros "sables láser" (los controles que agarramos con las manos) los cubos que aparecen ante nosotros al ritmo de la música.

La sensación de inmersión dentro del universo de Beat Saber es muy buena y a través de este juego podremos mejorar nuestra coordinación, nuestro ritmo y la movilidad de nuestras articulaciones. Tendremos que movernos en el espacio que tenemos disponible, sobre todo hacia los lados, e incluso hacer alguna sentadilla cuando los bloques vienen hacia nosotros.

Las canciones incluidas en el juego son de música electrónica, aunque también podemos realizar compras dentro del juego de paquetes de diferentes grupos musicales: desde BTS a Linkin Park, pasando por clásicos como Green Day.

Un juego muy divertido y retador, tanto en su modalidad de juego on-line como en solo, superando distintos niveles.

Fit XR: boxeo y baile sin salir del salón

Otro de los grandes descubrimientos con las Oculus Quest 2 ha sido el juego Fit XR: una suerte de "gimnasio virtual" (salvando las distancias) en el que podremos practicar sesiones de fitboxing y de baile sencillo.

La parte más interesante, al menos a mi parecer, es sin duda la del fitboxing. Usaremos nuestros controladores Touch como guantes de boxeo y tendremos que ir golpeando con diferentes golpes (directos, ganchos y crochets) los objetivos que aparecen delante de nosotros al ritmo de la música. También tendremos que realizar esquivas en forma de sentadillas tanto tradicionales como laterales.

De los diferentes juegos que hemos probado, este es el que realmente me ha puesto a sudar prácticamente como si hubiese hecho una sesión de entrenamiento guiada con un vídeo de Youtube. La música de las sesiones, además, es actual y la dinámica divertida.

Pistol Whip: coordinación, atención y movimiento

Después de pasar un verano entero cuando tenía unos 15 años jugando al The house of the dead 2 en los recreativos, poder jugar un shooter en realidad virtual es como una vuelta a la adolescencia. En el menú principal podremos escoger nuestras armas y el escenario en el que queremos jugar, y pasar a la acción.

Un juego muy inmersivo en el que nuestro personaje se mueve inexorablemente hacia adelante (un juego "sobre raíles") mientras tenemos que disparar a los enemigos que vayan apareciendo y esquivar las balas con las que ellos intentan alcanzarnos.

Uno de los juegos que exigen más movimiento por nuestra parte porque, si nos metemos a fondo en el papel (y es muy probable que lo hagamos gracias a la visión en primera persona) terminaremos esquivando balas en cuclillas y lanzándonos hacia los lados. En este juego, como os podréis imaginar, es más que interesante disponer de un buen espacio para disfrutar.

Un buen trabajo de coordinación, atención y movilidad en un juego que, además, nos pondrá las pulsaciones por las nubes (garantizado).

Bonus track: The climb, un videojuego de escalada en tu salón

Incluyo The climb entre los videojuegos activos para mantenernos en forma ya que replica un deporte como es la escalada. Este juego no es muy exigente en cuanto a movimiento, pero sí lo es a la hora de trabajar la coordinación y la concentración, simulando que nos encontramos escalando en diferentes ambientes.

Eso sí, se trata de uno de los videojuegos más inmersivos que he probado (podéis ver una muestra del escenario al principio del vídeo): al empezar a jugar podremos seleccionar nuestro avatar para hacerlo lo más similar a nosotros posible, eligiendo su sexo, la forma de las manos (la única parte de nuestro cuerpo que veremos mientras jugamos) y la tonalidad de la piel.

Una vez seleccionado el avatar, comenzamos a escalar (figuradamente, claro) una pared de roca o de hielo. Con cada movimiento escucharemos cómo nuestro corazón va bombeando más deprisa cuanta menos resistencia nos quede en las manos y cómo el avatar va realizando diferentes sonidos de esfuerzo al movernos.

El golpe maestro sucede cuando nos caemos de la pared por cualquier motivo: el avatar mira hacia arriba mientras cae y emite un auténtico grito de terror en la bajada. Personalmente, no me esperaba esto para nada, y la primera vez que "me caí" (y las siguientes, porque te caes a menudo) llegué incluso a sentir una especie de dolor de estómago fruto de la concentración con la que se encuentra uno jugando y la inmersión en el juego.

Oculus Move: para saber cuántas calorías gastamos al jugar

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Más que un juego se trata de una aplicación de la última actualización de las Oculus Quest 2, gracias a la cual podemos saber cuántas calorías gastamos en nuestras sesiones de juego (un dato bastante preciso tras compararlo con las mediciones hechas desde un reloj inteligente de muñeca), cuánto tiempo jugamos y a qué videojuegos dedicamos más o menos tiempo.

Gracias a Oculus Move podemos establecer un objetivo de calorías a alcanzar cada vez que jugamos y un objetivo de tiempo moviéndonos. Las gafas nos avisarán en pantalla cuando hayamos alcanzado ese objetivo. Además, también podemos seleccionar la opción de mantener siempre visible nuestro progreso en Move a lo largo de la sesión (solo tendremos que mirar hacia arriba y comprobar qué tal vamos).

Si lo que queremos es aumentar nuestro gasto calórico mientras no estamos entrenando, esto es, el NEAT, Oculus Move es una buena manera de motivarnos para ir cumpliendo nuestro objetivo día a día.

Realidad virtual y entrenamiento, ¿son intercambiables o son complementarios?

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Explicado todo lo anterior es posible que nos venga una duda a la cabeza: ¿los videojuegos activos en realidad virtual pueden tener el mismo efecto en nuestro organismo que un entrenamiento? Obviamente, la respuesta es no: no podemos comparar un entrenamiento, diseñado y planificado para un objetivo concreto, con un videojuego en realidad virtual (ni con otro tipo de videojuegos). Pero, sinceramente, tampoco creo que este sea el fin último de este tipo de juegos.

Ahora bien, ¿pueden los videojuegos activos, entre ellos los de realidad virtual, ayudarnos a movernos más en nuestro día a día? (algo que debería ser uno de los objetivos de la mayoría de la población) Pues sí, evidentemente: dar el paso de jugar sentados en un sofá a jugar de pie y moviéndonos, aunque sea en la misma estancia todo el tiempo, tendrá una repercusión positiva en nuestro gasto calórico y en nuestro organismo.

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Como complemento en los días de descanso activo, cuando no nos toca hacer un entrenamiento per sé pero sí queremos continuar moviéndonos, son una muy buena opción: nos obligaremos de esta forma a seguir en movimiento, y además lo haremos de una forma divertida y entretenida para nosotros.

Mención especial para aquellas personas que no hacen nada de deporte pero quieren comenzar a moverse más: pasar del "no hacer nada y quedarme sentado en el sofá" al "voy a moverme un rato haciendo un pequeño reto de fitboxing o de baile en realidad virtual" es ya una gran diferencia, y puede ser el primer paso para realizar más actividad física en nuestro día a día.

Oculus Quest 2, la opinión de Vitónica

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Personalmente, las gafas de realidad virtual Oculus Quest 2 me parecen una buena herramienta para incluir más movimiento en nuestra vida diaria de la mano del entretenimiento: una forma genial de unir diversión y actividad física para todos los públicos.

Al margen de la diversión asegurada, anotar también que el visor es muy cómodo: los primeros días sí que tuve que limitar la actividad a unos 15 o 20 minutos hasta poder adaptarme, pero una vez conseguido mi media de actividad con las Oculus Quest 2 es de alrededor de una hora de duración. Los controles, además, son muy intuitivos.

A pesar de que el visor no tiene cables y es bastante ligero y de que se agarra firmemente sin moverse del sitio, lo ideal para poder encontrarnos cómodos mientras jugamos serían unas gafas similares a las "gafas de ver" de toda la vida, lo más ligeras posible y que no modifiquen nuestra postura cuando las llevamos puestas. Mientras la tecnología llega a ello, las Oculus Quest 2 son una buena opción.

Nota: algunos de los enlaces aquí publicados son de afiliados. A pesar de ello, ninguno de los artículos mencionados han sido propuestos ni por las marcas ni por las tiendas, siendo su introducción una decisión única del equipo de editores. Los precios y disponibilidad pueden variar tras la publicación.

Imágenes | Lady Fitness para Vitónica

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