Cómo proteger tu cabello del verano

Sol, calor, sudor, agua, sal, cloro... El verano es un campo de minas para nuestra piel, que protegemos (o más nos vale) con cremas para el sol.

¿Y el pelo qué? ¿Es que nadie piensa en el pelo? Nuestro cabello sufre también todas estas agresiones, y lo que al principio de la estación puede ser una melena esponjosa y brillante puede llegar a septiembre en un estado lamentable, frito, apagado y sin más remedio que meter la tijera.

La palabra clave del párrafo anterior es "puede", porque no tiene por qué ser así si entendemos cómo afecta el verano al pelo y qué podemos hacer para evitarlo.

Los efectos del verano en tu pelo

La humedad propia de la costa, lugar habitual de veraneo, puede o bien encrespar tu pelo o buen asentarse sobre él y eliminar todo el volumen y movilidad que tu melena tiene durante el resto del año, dejándotelo lacio y sin gracia.

El sudor y el polvo pueden provocar o empeorar problemas como la caspa, las puntas abiertas o la [caída de cabello](https://www.vitonica.com/cosmetica/desmintiendo-algunos-mitos-sobre-la-calvicie).

El calor, especialmente en lugares con temperaturas muy altas (como las que está sufriendo prácticamente toda España estas últimas semanas), seca y quiebra el pelo. Para tu cabello, es como si lo estuvieses secando con el secador o planchando con la plancha de calor durante todo el día.

Es habitual tratar de compensar estos efectos con un aporte extra de suavizantes y mascarillas, pero cuidado con pasarse porque eso dejará tu pelo pringoso, se ensuciará más y tendrás que lavártelo más a menudo.

Por otro lado, el sol puede ser peligroso también para tu cuero cabelludo: quemarse la piel de la cabeza es incómodo, doloroso y, como ocurre en el resto de la piel, aumenta el riesgo de padecer melanoma.

Qué puedes hacer para proteger tu pelo en verano

Aquí van algunas cosas que puedes hacer (y no hacer) para mantener tu pelo en buenas condiciones durante el verano.

*. Para empezar, trata de evitar castigos añadidos a tu cabello durante estos meses. Procesos como la decoloración, los tintes con amoniaco, las permanentes o alisados, etc, son agresivos con tu pelo, así que trata de evitar que coincidan con los meses más duros del verano.

*. Igual que haces con tu piel, protege tu pelo del sol: cúbrete la cabeza con sombreros, pañuelos o poniéndote a la sombra. Si estas opciones no van contigo, busca un acondicionador con protector solar.

*. Lávate el pelo lo que necesites, pero no más. Un truco muy útil, si sudas mucho en verano y prefieres lavarte la cabeza a diario, es que apliques el champú solo en el cuero cabelludo, y no directamente sobre la melena y las puntas. Al aclararte, todo el pelo quedará limpio igualmente pero las puntas no se te resecarán tanto.

*. Utiliza un acondicionador, sin pasarte pero sin olvidarlo. Busca uno que vaya bien con tu tipo de pelo (seco, graso, teñido, frágil...).

*. Nada de cepillos, utiliza un peine, y si es de púas gordas, mejor. Justo después de lavarlo, el pelo es más frágil y un cepillo puede dañarlo. Busca un peine, si es de púas gordas, mejor. Y si es de madera, mejor que de plástico. Si sigues prefiriendo un cepillo, mejor que tenga las púas de madera que de plástico, y evita todo lo posible que sean de metal.

*. Si eres de los que disfrutan haciéndose largo tras largo en la piscina, tengo tres palabras para ti: gorro de goma. No es muy estético, pero menos estético es un cabello dañado por el cloro, ¿verdad?

*. Y ya que estamos, no te laves el pelo justo antes de zambullirte, el champú habrá eliminado la grasa que normalmente actuaría como barrera ante los productos químicos del agua de la piscina.

*. Prueba con un champú seco. Si quieres evitar lavarte el pelo cada día pero no llevas muy bien la sensación de pelo graso o de sudor en la cabeza, prueba con un champú en espray: aplícalo, espera un poco y cepíllate el pelo. Es rápido, cómo y huelen muy bien.

*. Evita utilizar el secador, el rizador, la plancha o cualquier otro elemento que suponga más calor a tu pelo. Deja que se te seque al aire, con puntos extra si después de huele ligeramente a mar.

*. ¡Recógete el pelo! Una vez que tengas el pelo seco (esto es muy importante, o se te estropeará), prueba a hacerte coletas, moños o trenzas. Cuanto menos expuesto esté tu pelo al sol, mejor. Pero cuidado: si te recoges el pelo y llevas descubiertos la frente, la nuca y los hombros, ¡no olvides aplicarte protector solar!

*. Es conveniente cortarse un par de centímetros antes del verano, y otros dos después. Los primeros para eliminar puntas abiertas que favorecen la deshidratación del pelo, y los segundos para hacer desaparecer el efecto despeluchado que a menudo se nos queda tras unas semanas de sol, playa y cloro.

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