La rotura fibrilar en el deportista

Un desgarro o rotura fibrilar es una lesión bastante fastidio para un deportista, ya que supone mínimo 2 semanas de recuperación. La rotura fibrilar supone, como su nombre indica, una rotura en mayor o menor grado de las fibras musculares que componen un músculo.

La causa principal suele ser por un esfuerzo intenso y explosivo que pilla al músculo poco preparado y no aguanta la tensión soportada y acaba rompiéndose. Aunque también una buena contusión puede provocarla. El calentamiento y saber regular la intensidad cuando el músculo está fatigado son factores muy a tener en cuenta para evitar este tipo de lesiones.

Lo síntomas cuando se produce una rotura de fibras es un dolor punzante e intenso, el llamado signo de pedrada. A continuación aparecerá dolor a la contracción y a la palpación, inflamación y hematoma, dependiendo de la gravedad de la rotura. Lo primero ante estos síntomas es parar la actividad, por poca gravedad que pensemos que tenga la lesión, sino podemos agravarla aún más.

Para rehabilitar este tipo de lesión se aconseja que en las primeras 48-72 horas se aplique hielo para rebajar la inflamación, Thrombocid para el hematoma y un vendaje compresivo. Por supuesto la visita al fisioterapeuta es obligada, para que valore y trate la lesión.

A partir de aqui mejor ponernos en manos de los especialistas y seguir sus indicaciones, ellos serán los que con los ultrasonidos, masajes y vendajes funcionales podamos recuperarnos y entrenar lo antes posible.

Vía | Fisioterapia Argüelles
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Imágen | El Mundo

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