Las vías de doping más conocidas y sus efectos secundarios (IV): Autotransfusiones

Ya llevamos tres entregas sobre las vías de doping más conocidas (Anfetaminas, Cafeína & Efedrina y la Hormona de Crecimiento) y hoy, dados los últimos resultados sobre antidoping en ciclismo profesional, vamos a hablar de las autotransfusiones.

¿Para qué sirven las autotransfusiones? La idea es la siguiente: En las grandes vueltas de tres semanas, la concentración de glóbulos rojos en sangre (los que transportan el oxígeno al músculo) va disminuyendo, por lo que se procede a extraer sangre del propio corredor fuera de temporada y con una concentración elevada de glóbulos rojos (por ejemplo, tras una adaptación de entrenamiento en altura), esa sangre se conserva y se le vuelve a transfusionar durante la carrera. Tened en cuenta que estamos con la misma sangre del individuo y que es un método muy difícil de descubrir, actualmente las pruebas se basan en la concentracion de glóbulos rojos destruidos, que en estos casos supera el 20%.

¿Cuáles son los los pasos de la "autotransfusión"?

<li>Extraer, aproximadamente, medio litro de sangre cargada de glóbulos rojos</li>

<li>Por centrifugación se separan los glóbulos rojos del plasma sanguíneo y este último se reinyecta</li>

<li>Se conservan a unos 4º los glóbulos rojos, que luego serán reinyectados en un plazo no superior a cuatro meses</li>

<li>Una semana antes de la gran competición se realiza la reinyección de los glóbulos rojos por el método conocido como "gota a gota"</li>

¿Qué problemas puede dar una autotransfusión? Básicamente ser alérgico a los compuestos que se utilizan para conservar la sangre y problemas de infecciones a nivel renal.

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