Rayos UVA, un bronceado peligroso

El verano es sinónimo de sol y playa, y casi todos nosotros acudimos a la playa o la piscina a broncearnos y lograr así una imagen más saludable. Cuando se acaba el verano y regresamos a nuestros quehaceres cotidianos comenzamos a perder ese color que hemos ganado en vacaciones, y por ello muchas personas recurren al bronceado artificial que nos proporcionan las camas solares conocidas como rayos UVA.

De unos años a esta parte se ha extendido alarmantemente la moda de utilizar este sistema de bronceado, y es que no debemos olvidar que es el más cómodo que existe y nos permite estar todo el año morenos. Hasta hace poco era una herramienta sospechosa de provocar cáncer, pero recientes estudios dictaminan que su uso está directamente relacionado con muchos casos de melanoma.

Hasta hace poco esta forma de bronceado era considerado solamente como potencialmente cancerígeno para el ser humano, por lo que su uso era totalmente libre, eso sí, con una serie de normas y protocolos para poder llevar a cabo una sesión de rayos UVA de forma segura. En la actualidad, la Agencia Internacional de investigación contra el cáncer y la Organización mundial de la salud han pasado a catalogar esta actividad como de un alto riesgo cancerígeno.

Después de años de investigaciones intensas, los científicos has determinado que la cantidad de radiaciones que nuestro cuerpo recibe a través de las lámparas solares son mucho mayores que las que obtenemos con el sol. Esta radiación es mucho más agresiva en personas que utilizan estas cabinas de bronceado artificial antes de los treinta años. En el caso de los niños la cosa se agrava, y es que su piel es más delicada que la de los adultos.

Durante mucho tiempo no se atribuían a los rayos UVA ninguna cualidad cancerígena, ya que se les consideraba inocuos y causantes simplemente de estimular la melanina que origina el color bronce del cuerpo, y de ayudar a fijar la vitamina D en el organismo. Pero recientes estudios han demostrado que este tipo de rallos está a la misma altura que los UVB, considerados desde siempre como los causantes del cáncer de piel en humanos. Ambos tipos de rallos pueden desencadenar este proceso de mutación celular.

Es importante que tengamos esto en cuenta y que para ello sepamos prevenir antes de que sea demasiado tarde. Para lograrlo ya sabemos que no son recomendables largas exposiciones al sol, sobre todo en las horas en las que la radiación y el peligro son mayores. A lo largo del mediodía es el momento en el que debemos evitar tomar el sol. La protección total nunca la debemos olvidar al igual que la hidratación, fundamental para mantener una piel saludable.

Es necesario que pongamos freno a esta situación y no arriesguemos nuestra salud por el hecho de lucir más o menos morenos, ya que en la actualidad los casos de melanoma se han duplicado en tan solo cinco años y se prevé que para el 2014 pueden duplicar los casos que hay en la actualidad si la tendencia sigue siendo la misma. Para evitar exponer demasiado nuestra piel al sol existen en el mercado cremas autobronceadoras que nos ayudará a ganar un color totalmente natural de la forma más sana que existe.

Vía | Consumer
Imagen | swer_rock

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