Cómo la obesidad afecta al cerebro

Más allá de las consecuencias sobre la salud cardiovascular y articular, la obesidad también afecta nuestro cerebro pudiendo ocasionar diferentes alteraciones en su funcionamiento. A continuación te contamos cómo esta enfermedad impacta en el órgano más importante de nuestro cuerpo.

Mayor peso y más riesgo de envejecimiento cerebral

Muchos factores propios del envejecimiento celular también están presentes en la obesidad, por lo tanto, un reciente estudio analizó la estructura cerebral mediante resonancia magnética y su relación con el peso corporal.

Los resultados evidencian una mayor atrofia de materia blanca cerebral en personas con sobrepeso y obesidad por lo que, por mecanismos aun poco conocidos, se piensa que la obesidad incrementa el riesgo de neurodegeneración o lo que es igual, de envejecimiento cerebral.

Obesidad y mayor pérdida cognitiva

Ya hemos contado que a lo largo del tiempo, la obesidad puede acelerar la pérdida de habilidades cognitivas, quizá, debido al proceso inflamatorio que genera la enfermedad en todo nuestro cuerpo.

Pero además, una investigación realizada con niños menores de 5 años concluye que aquellos que tenían obesidad recogieron resultados inferiores en pruebas de habilidades cognitivas.

Asimismo, en adultos de menos de 65 años de edad, la obesidad y el síndrome metabólico constituyen factores de riesgo para sufrir un declive cognitivo, por lo tanto, la obesidad puede condicionar el aprendizaje y el rendimiento intelectual al reducir o deteriorar nuestras habilidades cognitivas.

Como si fuera poco, el exceso de peso se ha asociado a una pérdida de memoria, todo lo cual demuestra cuánto puede afectar la obesidad al rendimiento intelectual.

Comportamientos y respuestas emocionales diferentes

No sólo a nivel memoria y/o rendimiento cognitivo se pueden observar efectos de la obesidad, sino también, en los comportamientos y patrones de respuestas emocionales.

Por ejemplo, un estudio evaluó la respuesta cerebral ante la presencia de imágenes de alimentos calóricos y encontró que en personas obesas, las áreas cerebrales asociadas a la recompensa y el placer tenían mayor actividad que en no obesos.

Además, se percibió un menor control de impulsos en individuos obesos ante la observación de imágenes de alimentos concentrados en calorías.

Incluso, a nivel emocional puede haber una alteración importante en individuos obesos, tal es así que puede observarse con frecuencia una baja autoestima asociada al exceso de peso, y también, suelen presentarse obesidad y depresión de la mano.

Por lo tanto, aun desde una perspectiva más profunda, la obesidad o los genes que causan la enfermedad pueden afectar nuestro cerebro, tal es así que podríamos pensar en el cambio cerebral como una delas múltiples causas de la obesidad y no sólo una consecuencia.

Bibliografía consultada | Neurobiology of Aging, July 27, 2016, DOI: http://dx.doi.org/10.1016/j.neurobiolaging.2016.07.010; Obesity, Volume 24, Issue 1, January 2016, Pages 207–214; Revista Colombiana de Psiquiatría, 2014; 43(2):113–122; y European Journal of Neuroscience, Volume 43, Issue 9, May 2016, Pages 1173–1180
Imagen | iStock

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