Pérdida de fuerza muscular con la inmovilizacion: con dos semanas ya es notable

Es algo que todos sabemos: lo que no entrenas, lo pierdes. La inactividad provoca que los beneficios del ejercicio se vayan perdiendo; además, cuanto más fuerza y desarrollo muscular es una persona, más puede perder en caso de, por ejemplo, una lesión que requiera inmovilización, o un período sedentario intenso.

En el estudio al que haré referencia, se obtuvo que con dos semanas de inmovilidad en una pierna ya era notable la pérdida muscular, sobre todo en sujetos entrenados. En personas sedentarias había pérdida, pero menos importante (claro es que el que menos músculo tiene, menos tiene que perder...). El estudio está accesible aquí (abstract en inglés).

En dicho estudio se valoró la vuelta a la actividad después de dos semanas de inmovilización en una pierna, con el objetivo de valorar la pérdida de fuerza. Según los investigadores, la pérdida fue notable, de en torno al 30% de fuerza en personas jóvenes, mientras que personas de más edad perdieron en torno al 25%,

Sabemos que la inactividad disminuye las capacidades, por ello es importante hacer un mantenimiento básico de las capacidades físicas entrenadas, incluso aunque estemos de vacaciones.

No se trata de obsesionarse y de pensar que en cuanto descansemos un poco el cuerpo va a empezar a quemar músculo, pues el estudio hace referencia a dos semanas de inmovilización completa de una pierna, y las pérdidas que ello ocasionó.

Es decir, que en tiempo de vacaciones, o en momentos que no podamos acudir a entrenar de forma habitual, es interesante mantener una vida activa y mantener cierta actividad de ejercicio, sin obsesionarse con las pérdidas, claro está.

El estudio hace referencia a inmovilidad completa, remarcando que se tarda más o menos el triple de tiempo que el período de inmovilidad; es decir, que se tardan unas seis semanas en recuperar las pérdidas de un período de dos semanas de inmovilidad.

Por ello, en caso de sufrir una lesión que obligue a inmovilidad, es importante mantener unas pautas de ejercicio, tanto para la zona lesionada (las que nos recomienden los profesionales sanitarios) como para el resto del cuerpo, pues así se facilitará enormemente la posterior recuperación, por ejemplo, en caso de una lesión de rodilla.

Por ello, en caso de lesión, siempre recomendamos la fisioterapia precoz, así como mantener el nivel físico haciendo ejercicios que no vayan contraindicados con la lesión sufrida, haciendo ejercicio con las articulaciones y zonas no lesionadas y el que sea posible, según la lesión, en la zona afecta.

En Vitónica | Volver a hacer deporte después de una lesión

Imagen | iStock

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