Yoga con cabras, Yoga con perros, ¿es tan buena idea como parece?

El Yoga es una de las actividades físicas más conocidas y practicadas en el mundo. Una de las ventajas que tiene es que existen numerosos tipos de Yoga, por lo que siempre encontraremos uno que se adapte a nuestras necesidades, gustos y estilo de vida.

Dentro de estos diferentes tipos de Yoga, en los últimos años se ha comenzado a hablar del Yoga practicado con animales (tanto domésticos como de granja). Una de las preguntas que nos surge es si, realmente, aporta beneficios el hecho de practicar Yoga con animales y, además, si es beneficioso para los animales o puede perjudicarles.

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La idea detrás del Yoga con animales

Aparentemente, una de las bases para realizar Yoga incluyendo animales en las sesiones, es la idea de crear una mayor comunión con la naturaleza. La idea es trasladar las sesiones de Yoga al exterior y, durante nuestra clase de Yoga, interactuar con los animales que nos rodean.

Lo más habitual es que se integren a cabras, normalmente recién nacidas, en estas sesiones. Esta práctica la inició Lainey Morse, quién tenía una granja con cabras. comenzó programando "happy hours" ( para que la gente interactuara con sus cabras, después invitó a su profesora de Yoga a dar clases durante la happy hour y de ahí pasaron a combinar ambas cosas. 

Según indica la creadora, el uso de cabras se debe no solo a que era el animal que ella tenía en la granja, sino a que son animales que no necesitan pasar mucho tiempo con los humanos para empezar a interactuar con ellos.  En cualquier caso, la práctica se ha ido extendiendo a otros animales. Por ejemplo, empieza a ser más habitual cada vez incluir a los perros ("Doga"), conejos, gatos, caballos y otros animales en estas sesiones de Yoga.

Existen diferentes tipos de prácticas, ya que en el caso del Yoga con conejos o cabras, son los seres humanos quienes realizan la actividad y, mientras tanto, los animales interactúan libremente con estos humanos, pero no forman parte de la práctica como tal. Más allá de que se acercan a los humanos, se suban sobre sus espaldas, etc.

Sin embargo, en el caso del Doga, la práctica está orientada hacia el perro más que hacia el humano. Es decir, se le realizan estiramientos y masajes, buscando eliminar el estrés del animal, ayudándole a relajarse y mejorando su conexión con nosotros. Para ello, los humanos y sus perros comparte esterilla y ambos trabajan en conjunto.

Según indican quienes lo practican, aunque conllevan el desafío del poco control que se tiene sobre los animales,  este tipo de prácticas ayudan a mejorar nuestro estado de ánimo, a sentirnos mejor, a mejorar nuestro nivel de atención y a sentirnos motivados, además de aumentar la felicidad de los animales.

Qué beneficios reales tiene el Yoga con animales

Por el momento, se trata de una práctica muy reciente y no existen investigaciones científicas sobre los efectos reales que contar con animales en nuestras sesiones de Yoga puede tener. Actualmente, podemos encontrar numerosas listas de estos presuntos beneficios, pero todos son indicados por defensores de dicha práctica o, directamente, por aquellos que sacan un beneficio económico de ella.

En cualquier caso, sí que hay investigaciones realizadas sobre los beneficios que las terapias con animales pueden tener. Por desgracia, y aunque suenan muy bien y resultan muy atrayentes - de ahí que tengan numerosos defensores - todavía no existen evidencias claras de que realizar terapias con animales tenga beneficios reales.

Así, aunque algunas investigaciones sí que han encontrado ventajas derivadas de estas prácticas - o al menos correlación -, otras no han encontrado ninguna e, incluso, en algunos casos, se han llegado a encontrar perjuicios derivados de dichas terapias.

 Un estudio realizado en 2014, revisando estudios realizados al respecto, señalaba que, por el momento, no se han encontrado estudios de calidad que confirmen los beneficios de las terapias con animales. Los que hay tienen muestras muy pequeñas, no controlan otras variables posibles o presentan una metodología inadecuada.

Otra investigación de 2016, publicada en Journal of Clinical Psychology encontraba que las evidencias existentes eran "turbias" y que en los casos en los que se encuentran beneficios de estas terapias, no queda claro que los responsables de ellos sean los animales. Además, señalan que cada individuo respondemos de una manera diferente a las intervenciones con animales.

Por otro lado, no hay investigaciones realizadas con todo tipo de animales, por lo que es difícil asegurar que los posibles beneficios aportados sean comunes a todos los animales con los que interactuemos. En definitiva, aunque sea una práctica que parezca muy divertida e instagrameable, no existe ni una sola evidencia real de que el Yoga con animales sea beneficioso para nosotros.

Además, si lo que estamos buscando son beneficios físicos, derivados del propio Yoga, esta no sera nuestra mejor opción. Debemos tener en cuenta que en estos casos los animales interactúan con nosotros, nos pisan, nos mordisquean, etc. Es por ello que, aunque pueda resultar divertido y gracioso, no podremos sacar el máximo partido a las posturas.

Qué ocurre con los animales

Lo que sí se sabe es que son un negocio importante. Debemos tener en cuenta que, en España, un curso online de entre 6 y 8 semanas cuesta unos 99 euros. Mientras que, en Estados Unidos, podemos encontrar clases de Yoga con cabras que rondan los 75 dólares. De hecho, la CNBC informaba de que la creadora de esta práctica había tenido 160.000 euros en ingresos en 2016 y que esperaba duplicar esa cifra en 2017.

En 2018, la Organización PETA (People for the Ethical Treatment of Animals) en Reino Unido publicaba un artículo sobre los motivos por los que nunca deberíamos probar una clase de este estilo. Según indicaban, algunos centros que ofrecían Yoga con cabras habían recibido denuncias por maltratato animal ya que las cabras estaban deshidratadas y malnutridas. Y animaban a sus lectores a mantenerse alejados de "atracciones" que usaran animales.

En el caso de las clases con nuestros perros, probablemente no sufrirán ningún daño ya que somos nosotros quienes cuidamos de ellos y, a diferencia de las granjas o zoos que ofrecen el Yoga con animales, podemos controlar su estado.

En cualquier caso, nuestros animales no pueden hablar y no nos pueden decir si se encuentran bien o no. Si queremos practicar el Doga y tenemos dudas, nuestra mejor opción será consultar a nuestro veterinario para que nos dé su opinión profesional sobre los posibles beneficios y perjuicios.

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Imágenes |iStock, @saveafox_rescue, @mysugarmat, @grandwiesing

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