Vivir cerca de una zona verde puede reducir los niveles de presión arterial y el riesgo de enfermedades cardiovasculares. ¿A qué se debe? Una reciente investigación publicada en American Journal of Physiology-Heart and Circulatory Physiology explora por primera vez la relación entre espacios verdes, contaminación y salud vascular aportando hallazgos novedosos en este campo.
Algunos factores que nos hacen más saludables por vivir cerca de una gran zona verde
![Vivir cerca de un parque](https://i.blogs.es/6a1ffa/vivir-cerca-parque-3-/450_1000.webp)
Si vivimos al lado de Central Park en Nueva York, del Retiro en Madrid o de cualquier zona verde en el resto del mundo, nuestra salud cardiovascular está de suerte. Tres son las causas principales de ello:
- Facilidad para realizar actividad física al aire libre. Tener un parque cerca nos da la facilidad de un lugar donde salir a correr, atar nuestro TRX o nuestras bandas elásticas y entrenar el cuerpo completo, etc.
- Menor estrés mental. El ruido y la sensación de estar encerrado, aún estando fuera de casa, afecta mucho a nuestra salud mental. Una zona verde nos aporta la posibilidad de “escapar de la ciudad” y disminuye en gran medida esa contaminación acústica.
- Alto poder adquisitivo. En una ciudad grande no todo el mundo puede permitirse el lujo de tener árboles y flora diversa cerca. Ese nivel de ingresos también está relacionado con nuestra salud cardiovascular por diferentes causas.
Contaminación del aire y salud cardiovascular
![Contaminación](https://i.blogs.es/e7eb69/vivir-cerca-parque-1-/450_1000.webp)
Lo novedoso de la reciente investigación es que observaron la rigidez arterial de personas con riesgo moderado-alto de enfermedad cardiaca según la distancia a la que tenían una zona verde. Examinaron también los niveles de ozono y las partículas tóxicas para evaluar la contaminación del aire.
Advirtieron que los participantes que vivían a menos de 200 metros de una zona verde tenían menor rigidez arterial, y mejor salud de sus vasos sanguíneos, que aquellos que vivían más alejados. Y ello se debe a que a que la vegetación disminuye los niveles de ozono y partículas tóxicas en el aire, lo que ayuda a nuestros vasos sanguíneos a funcionar mejor.
Conclusión: más allá de la facilidad para realizar actividad física, para disminuir nuestro estrés mental o porque tenemos un alto poder adquisitivo, una zona verde al lado de casa podría proteger nuestra salud cardiovascular reduciendo en gran medida la contaminación del aire.
En consecuencia, y según este estudio, uno de los principales filtros que tendríamos que seleccionar en nuestra búsqueda de vivienda es que haya un gran parque a menos de 200 metros.
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