Guía de motivación y salud para los opositores que tienen que estudiar en verano

Si estás estudiando unas oposiciones seguramente el verano no sea sinónimo de sol, playa y vacaciones, sino que se asemeje más a la visión de una mesa de estudio llena de apuntes o a una biblioteca plagada de libros. Para los opositores la época veraniega puede hacerse especialmente dura, ya que tiene que seguir con su dura tarea de estudio, y es sencillo perder la motivación durante estos meses de calor.

Para echaros una mano a todos los que seguís estudiando y trabajando para conseguir una plaza en los próximos exámenes os traemos esta guía que os explica cómo mantener la motivación, cómo conseguir un entorno de estudio estimulante y cómo mantener una buena salud para seguir estudiando, también en los meses de verano. ¡Ánimo, opositores!

Crea un ambiente de estudio motivador

Las altas temperaturas del verano y el hecho de saber que muchos de los amigos están descansando mientras a los opositores les toca seguir estudiando pueden jugar una mala pasada en estos meses y aumentar la sensación de agobio y el estrés que conlleva un examen de este tipo.

Mantener un ambiente de estudio adecuado es básico para seguir rindiendo: ya estudies en tu habitación o en una biblioteca, procura que este sea un ambiente fresco y ventilado, huyendo en la medida de lo posible del calor, que puede afectar a nuestra concentración y hacernos sentir cansados y pesados.

Aprovecha la luz natural para estudiar, ya que hará que tu vista se canse mucho menos que con una fuente de luz artificial. Si utilizas luz eléctrica, usa dos focos (una luz cenital y una directa) para evitar hacerte sombra mientras estudias.

¿Estudiamos mejor por la mañana o por la noche?

Establece una nueva rutina de estudio para no perder este hábito, pero procura aprovechar las horas más frescas del día (las primeras horas de la mañana y las primeras de la noche) para seguir estudiando. Durante las primeras horas de la mañana solemos estar más concentrados y con más energía, ya que venimos del descanso nocturno, y podemos sacar más partido a nuestras horas de estudio. Las horas centrales del día, cuando suben más las temperaturas, podemos utilizarlas para tomarnos un descanso.

Esto nos vale para hablar en general, pero realmente cada uno de nosotros tenemos nuestros propios hábitos de estudio y unos ritmos circadianos diferentes: hay estudiantes que rinden mucho más por la noche, cuando todo está tranquilo y no tienen otras distracciones, y los hay que están más activos desde primera hora de la mañana, cuando pueden aprovechar más el tiempo. Lo más importante es que haya un equilibrio entre el descanso (las horas de sueño, que nos ayudan a fijar lo aprendido) y las horas de trabajo o estudio.

La planificación es básica para tener tiempo para todo

Si eres opositor seguro que ya lo sabes, pero merece la pena recordarlo una vez más: planifícate de forma adecuada para poder compaginar estudio y tiempo de ocio, también en verano. Antes de nada, evalúa si la fecha de tu examen es tan inminente como para no poder tomarte unos días de descanso en verano, o si por el contrario puedes darte un respiro y dejar por unos días los apuntes y los libros.

Compaginar las actividades de ocio, como el entrenamiento y el deporte, con las horas de estudio generalmente da buenos resultados. Nos ayuda a rebajar los niveles de estrés y de ansiedad y nos anima para seguir firmes en nuestro estudio día a día.

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La nutrición del opositor en verano

Mantener una buena alimentación, también en verano, es importante para todos los estudiantes. Como hemos dicho en alguna ocasión, no hay un número de comidas fijo que tengamos que hacer por obligación, siendo más importante que nos fijemos en la calidad de los nutrientes que ingerimos en cada una de las comidas que hagamos.

Los períodos de más estrés o ansiedad, como pueden ser los meses de verano mientras estamos opositando, pueden predisponernos a tener antojos de "comida basura" como pueden ser bollos, helados azucarados, chucherías, etc. Ante estas situaciones estresantes, el cerebro demanda una recompensa rápida, y una de las formas de conseguirla es través de estos productos azucarados y grasos, opciones menos saludables de lo que podríamos desear.

En estos casos, saber distinguir entre el hambre emocional y el hambre física es importante para poder mantener una dieta ordenada y sana. Huir del ambiente obesogénico que nos rodea y tener a mano opciones saludables para comer y para picar entre horas (basar nuestra dieta en alimentos y no en productos procesados) es básico para ser capaces de mantener una buena dieta, también en verano.

¿Cómo me hidrato en verano si estoy estudiando una oposición?

Por otro lado, no debemos olvidar nuestra hidratación: como siempre, el agua es la mejor opción a la hora de hidratarnos, en cualquier época del año, pero más aun en verano. Podemos saborizarla añadiendo hojas de menta, trozos de fruta, preparando nuestra propia limonada casera o consumiendo infusiones frías (el té casero helado con unas rodajas de limón es fácil de preparar y podemos tenerlo preparado en la nevera).

En verano es tentador el uso de bebidas energéticas para hacer frente al cansancio y para mantenernos más despiertos, pero recuerda que los ingredientes principales de estas bebidas suelen ser cafeína y azúcar. Del azúcar y sus efectos nocivos para nuestro organismo hemos hablado largo y tendido; la cafeína, por su parte, si la consumimos de modo excesivo puede afectar a nuestro sistema nervioso central y aumentar nuestra presión arterial, además de causarnos irritabilidad, ansiedad o insomnio. La cantidad de cafeína por día que nos recomiendan no sobrepasar es de 300 mg, el equivalente a tres tazas de café.

En verano, no dejes de moverte

Si estás estudiando una oposición que implica pruebas físicas (como las del Cuerpo Nacional de Policía, para las que os dimos las claves sobre cómo entrenar cada una de las pruebas) ya sabrás que tampoco en verano, a pesar del calor, puedes dejar de entrenar.

Aunque tus oposiciones sean puramente teóricas, te recomendamos que no dejes de moverte ni siquiera en los meses de más calor. El deporte practicado de forma regular puede hacerte rendir más en tu trabajo (y ahora mismo estudiar las oposiciones es tu trabajo) manteniendo bajos tus niveles de estrés y mejorando tu capacidad de concentración y tu productividad.

También puedes utilizarlo como una vía de escape para olvidarte durante un rato de los libros y los apuntes. Seguro que puedes sacar unos 30 minutos diarios para dedicarte a entrenar, y si tienes media hora, tienes un entrenamiento completo.

Además, el ejercicio físico, como el sueño, puede ayudarnos a consolidar los conocimientos adquiridos durante las horas de estudio: planifica ese rato de entrenamiento dentro de tu día a día como parte de tu planning de estudio para beneficiarte de este efecto.

Imágenes | iStock
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