La primera carrera de 10K siempre es muy especial para cualquier runner: suele ser el “bautismo” del corredor novato, ya que es una distancia bastante accesible, pero no exenta de esfuerzo. La primera vez que corres un 10K lo preparas hasta la saciedad, se lo cuentas a tu madre, a tu primo, a tu vecino y a todos los compañeros de trabajo. Y compartes todos tus entrenamientos porque no quieres que nadie pierda ojo de tu hazaña.
Muchos buscan fechas especiales: la San Silvestre es un clásico, o bien alguna carrera especialmente significativa como la carrera de la mujer. Y es que el “día D” te pones tus mejores galas de running y sales a darlo todo. Hoy os cuento cómo preparé yo mis primeros 10K.