Aprende a recuperar el cuerpo tras un entrenamiento de alta intensidad

Te damos las claves para una recuperación tras un entrenamiento de alta intensidad.
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La práctica de entrenamientos de alta intensidad, como el CrossFit, se basa en tres pilares fundamentales: estado físico, concentración y recuperación. A menudo, tendemos a olvidar este último, pero lo cierto es que combinar correctamente ejercicio y recuperación es imprescindible para seguir mejorando. Porque solo una vez se ha recuperado, el cuerpo vuelve a estar en plenas condiciones para rendir de nuevo.

Repasamos por qué es tan importante dedicar tiempo a la recuperación y cómo optimizarla con una buena alimentación, descanso y masajes musculares con geles de tratamiento específico.

Así trabaja el cuerpo en ejercicios de alta intensidad

Actividades como el CrossFit consisten en la alternancia de ejercicios a intervalos que duran poco tiempo, pero son muy intensos. Tienen múltiples beneficios, como el aumento del consumo máximo de oxígeno o VO2 máximo, además de mejoras en la fuerza, la resistencia y la composición corporal.

Sin embargo, también tienen sus riesgos. Durante estos ejercicios, el organismo libera energía al máximo. Fuerza los huesos, los ligamentos, los músculos y los tendones. Y, dado que el cuerpo es sometido a un esfuerzo tan ambicioso, continúa trabajando una vez finalizado el ejercicio.

No prestar atención a la recuperación tras un entrenamiento tiene riesgos físicos y psicológicos.

Los riesgos de no incluir una rutina de recuperación son tanto físicos como psicológicos. Físicos, porque privar al cuerpo de la recuperación que se merece aumenta el riesgo de sufrir lesiones y reduce la capacidad de alcanzar futuros objetivos. Psicológicos, porque una lesión o un estancamiento en los resultados pueden generar frustración o ansiedad.

Las claves de la recuperación

Lo cierto es que la recuperación ya forma parte del propio ejercicio, pueCon todo, una vez terminado el entrenamiento, llega el momento de priorizar totalmente el restablecimiento. En este punto entran en juego una buena alimentación, la hidratación, el tiempo de descanso y los masajes musculares.

Llevar una alimentación sana resulta adecuado para la práctica de cualquier deporte. En este caso, en el que el cuerpo se lleva al límite, es fundamental. Tal y como indica Octavio Pérez en su blog, al concluir el entrenamiento se abre un período de unos 30 o 40 minutos en la que nuestro metabolismo se encuentra más acelerado y al mismo tiempo es más sensible a la asimilación de nutrientes.

Se trata, por lo tanto, del momento propicio para comenzar una dieta adecuada para este ejercicio físico, que debe prolongarse y en la que no deben faltar proteínas, hidratos y vitaminas.

A la par que la alimentación, debe cuidarse la hidratación, para reponer el líquido perdido durante el entrenamiento y garantizar el correcto funcionamiento del organismo. Y el descanso: el cuerpo necesita recuperarse del esfuerzo realizado, sobre todo cuando se trata de ejercicios de alta intensidad.

El descanso es parte fundamental de una recuperación tras un entrenamiento de alta intensidad.

Durante el sueño la musculatura se relaja, reducimos nuestro gasto metabólico y liberamos hormonas y otras sustancias que fortalecen nuestro sistema inmunitario y ayudan al crecimiento y reparación de los tejidos”, señala Octavio Pérez.

El masaje, esencial para reiniciar el cuerpo

Otra de las herramientas que pueden optimizar el cuidado de los músculos son los masajes: una manipulación de las capas superficiales y profundas de los músculos para mejorar sus funciones y ayudar en los procesos de curación. Dedicar tan solo unos minutos a la realización de masajes tras un entrenamiento de alta intensidad puede mejorar en gran medida la recuperación física.

Además, los masajes pueden prevenir tirones, contracturas, agujetas, torceduras y un largo etcétera. Existen diferentes tipos, como los de mantenimiento, los de rehabilitación y los que se hacen antes y después del entrenamiento.

La importancia del masaje post

Un masaje tras una actividad física  de alta intensidad ayuda a relajar los músculos. Además, favorece el descanso y reduce el dolor, aspectos fundamentales para sentirse bien y encarar futuros entrenamientos con energía.

Lo ideal es acompañarlo de una crema o un gel, que ayudan a llevar a cabo el masaje y aportan beneficios gracias a sus componentes. Es el caso del gel de masaje Thrombactiv, que junto con el masaje, ayuda a prevenir lesiones y facilita la recuperación. Debe aplicarse de forma localizada sobre aquellas zonas en las que más se nota el esfuerzo físico o que han sido ejercitadas con más intensidad.

Este gel está compuesto por ingredientes activos como mentol, escina, la árnica y la caléndula. Ingredientes que, junto con la acción de las manos, contribuyen a la recuperación con propiedades analgésicas, que ayudan a reducir la inflamación, alivian molestias musculares y reducen la fatiga.

Como resultado, su aplicación tras un entrenamiento (ya sea cotidiano o de alta intensidad) reduce los espasmos musculares y el aumento metabólico, limitando los riesgos de lesión.

Los masajes son muy eficaces para optimizar la recuperación tras un entrenamiento.

Y es que el gel de masaje Thromboactiv está pensado para ser incluido en la rutina de recuperación activa de todo tipo de deportistas. Es decir, aquellas rutinas en las que no dejamos que el cuerpo actúe por sí mismo, sino que hacemos todo lo necesario por optimizar su restauración.

No podemos olvidar que mantener un equilibrio entre el cuidado de los músculos, la alimentación, la hidratación y el descanso es fundamental para lograr una buena recuperación. Resultan imprescindibles, también, para gozar de buena salud, mantenerse en forma y llegar a punto para el siguiente entrenamiento.

Imágenes | Unsplash/Victor Freitas, Unsplash/Payam Tahery, Pexels/Kelvin Valerio, Unsplash/Toa Heftiba

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