Siete estudios que han demostrado que la homeopatía no funciona

Siete estudios que han demostrado que la homeopatía no funciona

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Siete estudios que han demostrado que la homeopatía no funciona

Quizá te hayas topado alguna vez con un medicamento homeopático y no sepas bien qué significa eso, quizá incluso estés tomando alguno por recomendación de un familiar, un conocido, o un farmacéutico. La homeopatía se ha hecho un hueco poco a poco en nuestro país y ya es hora de que se entienda perfectamente en qué consiste y por qué en realidad no tiene efectos científicamente demostrados.

La homeopatía es una corriente de medicina alternativa creada en 1796 por Samuel Hahnemann, basada en su idea de que "lo similar cura lo similar", de forma que para curar, por ejemplo, un catarro, que nos hace moquear y que nos lloren los ojos, lo mejor es aplicar cebolla, porque tiene el mismo efecto.

Pero no cebolla tal cual. Para que el efecto de la homeopatía sea más potente, los principios activos (en este caso el extracto de cebolla), se diluyen una y otra vez en agua destilada o alcohol.

Más diluido, más eficaz

El resultado es que en muchas ocasiones el principio activo ha sido disuelto tantas veces que no queda ni rastro de él en la dilución final

¿Cómo se hacen las diluciones homeopáticas? Se trata de coger una parte del principio activo y disolverlo en nueve partes de agua destilada o alcohol. De esta disolución se coge de nuevo una parte y se disuelve en otras 9 de agua destilada o alcohol, y así sucesivamente. Según la homeopatía, cuánto más diluido esté un remedio, más potente es su efecto curativo.

El resultado es que en muchas ocasiones el principio activo ha sido disuelto tantas veces que no queda ni rastro de él en la dilución final, el supuesto medicamento que se termina vendiendo al paciente. Esto no supone un problema, aseguran los partidarios de la homeopatía, que recurren al concepto de la memoria del agua.

La (supuesta) memoria del agua

La memoria del agua es un fenómeno, que no ha podido ser demostrado todavía, por el que supuestamente las moléculas del agua guardan las propiedades curativas de las sustancias que han estado en contacto con ellas.

Esta idea, propuesta por el inmunólogo Jacques Benveniste, no ha podido ser demostrada hasta la fecha, y las características físicas del agua contradicen esta posibilidad, ya que sus moléculas no pueden mantener una estructura determinada (por ejemplo, la huella de ese principio activo) más allá de unos pocos nanosegundos.

Ideas anticuadas e inverosímiles

En general, la homeopatía no es un sistema verosímil, puesto que sus principios se basan en ideas médicas anticuadas, como la teoría de los humores, que han sido descartadas por la ciencia en los dos siglos que han pasado desde su invención.

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A pesar de ello, algunos estudios científicos han sacado conclusiones que sugerían que, de alguna forma aun por descubrir y comprobar, la homeopatía sí sirve para tratar enfermedades. Sin embargo, revisiones posteriores de esos estudios han atribuido esos resultados positivos al azar, a un diseño defectuoso de los experimentos, al sesgo del observador o al efecto placebo.

Estudios que desmienten la homeopatía

A pesar de la falta de fundamento científico, los defensores de la homeopatía no se rinden al desaliento y se han seguido llevando a cabo estudios que buscaban ese supuesto efecto terapéutico de estos medicamentos. La mayoría, para terminar concluyendo que no, la homeopatía no funciona. Estos son algunos de ellos y sus conclusiones.

Del Ministerio de Sanidad australiano

En el año 2015, el Ministerio de Sanidad de Australia publicaba una revisión de 1.800 estudios científicos sobre homeopatía. De ellos, determinó que solo 225 habían sido lo suficientemente rigurosos y cumplían los criterios de calidad científica como para ser tenidos realmente en cuenta.

Un análisis sistemático de esos 225 estudios les llevó a la conclusión de que no existen evidencias de calidad para corroborar la idea de que la homeopatía sea un tratamiento eficaz para ningún problema de salud.

De la Sociedad Británica de Farmacología

En el año 2002, la Sociedad Británica de Farmacología publicaba una investigación en la que analizaban 17 metaestudios sobre los supuestos efectos de la homeopatía para tratar enfermedades.

No hay ninguna enfermedad que responda evidentemente mejor a un tratamiento homeopático que al placebo

En sus conclusiones, los autores decían lo siguiente: "En conjunto, estos estudios no han podido aportar evidencias sólidas en favor de la homeopatía, y yendo a lo concreto, no hay ninguna enfermedad que responda evidentemente mejor a un tratamiento homeopático que al placebo o a otras intervenciones de control. Igualmente, no hay ningún remedio homeopático que haya demostrado producir efectos clínicos evidentemente distintos a los de un placebo".

Del Consejo Australiano para la Salud y la Investigación Médica

En el año 2014, el Consejo Nacional Australiano para la Salud y la Investigación Médica publicó otro análisis sobre la efectividad de la homeopatía, analizando sus efectos sobre un total de 68 enfermedades de todo tipo que incluían el asma, la artritis, los problemas de sueño, resfriados y gripes, síndrome de fatiga crónica, eccemas, cólera, quemaduras, malaria y adicción a la heroína.

Sus conclusiones fueron contundentes: "Ningún estudio de calidad, bien diseñado y con suficientes participantes como para dar un resultado significativo pudo concluir que la homeopatía causase una mejora en la salud mayor que una sustancia sin efecto ninguno (un placebo), ni que la homeopatía causase una mejora en la salud igual a la que produce un tratamiento médico".

Del Comité de Ciencia y Tecnología del parlamento británico

Llevamos años con este debate abierto. En el año 2010, el Comité de Ciencia y Tecnología del parlamento británico publicaba el informe elaborado por sus expertos para tratar de determinar la posición que debía tener la homeopatía dentro del sistema de salud y de la misma ética médica.

En ese informe, no solo se determinaba que "las revisiones sistemáticas y los metaanálisis demuestran que los productos homeopáticos no tienen un efecto mejor que el placebo". También se criticaba el manido argumento por parte de los homeópatas de que hace falta más investigación: "Es poco ético pedir a pacientes que participen en estudios médicos para responder cuestiones que ya han sido respondidas".

La polémica del 'informe suizo'

Las conclusiones no siempre son tan unánimes desde el comienzo. En el año

"Lo que este informe demuestra es que los defensores de la homeopatía están dispuestos a distorsionar la evidencia para apoyar sus creencias"

2011, el gobierno suizo elaboró un informe sobre la eficacia de la homeopatía. El interés provenía de un referéndum celebrado en 2009 en el que la población votó que la homeopatía (y otras terapias alternativas) debía estar cubierta por los seguros médicos privados. El Gobierno decidió, antes de convertirlo en ley, elaborar un informe al respecto.

El informe concluyó que la homeopatía sí funciona como terapia médica, y muchos defensores de esta práctica lo enarbolaron como bandera a su favor. Pero análisis posteriores determinaron que el informe contenía graves fallos científicos, lógicos y éticos.

En concreto, no contenía nuevas evidencias y había malinterpretado estudios que ya habían sido descartados por endebles y mal diseñados y creaba un nuevo criterio de lo que es una evidencia diseñado para adaptarse a la supuesta eficacia de la homeopatía. Además, casi todos los autores presentaban conflictos de intereses, a pesar de asegurar que no era así, una muestra clara de la falta de ética del informe.

"Si acaso, lo que este informe demuestra es que los defensores de la homeopatía están dispuestos a distorsionar la evidencia para apoyar sus creencias, y sus autores parecen haberse colado en los principios que gobiernan la integridad científica de las Academias Suizas de Artes y Ciencias".

La homeopatía es peligrosa para los niños

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Algunos estudios se han centrado en los grupos de población más vulnerables, como por ejemplo, los niños. Un estudio publicado en 2010 y llevado a cabo en base a los casos tratados por la Unidad Australiana de Vigilancia Pediátrica concluía que las terapias alternativas, y por tanto la homeopatía, podían ser peligrosas para los niños, incluso fatales si se utilizaban para sustituir tratamientos efectivos.

El estudio recogía unos 40 casos ocurridos entre 2001 y 2003 de niños afectados de diarrea, heridas y dolores, reacciones alérgicas, úlceras, convulsiones, infecciones o malnutrición entre otros y que habían sido tratados con medicina complementaria, incluidas 4 muertes. En el 77% de los casos, las complicaciones estaban relacionadas con estos tratamientos, y en la mitad de los casos, el daño fue causado por no usar tratamientos convencionales y optar por los alternativos.

El estudio establecía varias cuestiones preocupantes, incluida la sustitución de la medicina convencional por terapias alternativas, cambios en los tratamientos médicos impuestos por los terapeutas alternativos y restricciones alimenticias impuestas con el convencimiento de que eso curaría a los menores.

Tampoco funciona en el ganado

Un argumento habitual de los defensores de la homeopatía es su efectividad en animales, en los que es más difícil probar un supuesto efecto placebo. Pero esa efectividad también ha sido puesta en duda y de momento descartada por la ciencia.

A finales de 2016 la revista Veterinary Record publicaba un estudio en el que se analizaban más de 50 estudios realizados entre 1981 y 2014 que habían tratado de establecer la eficacia de remedios homeopáticos para tratar a distintos tipos de ganado, con la intención de reducir la cantidad de antibióticos que se administran a los animales destinados al consumo humano. Algunos de esos estudios concluyeron que la homeopatía resultaba más eficaz que un placebo, y otros, que no había diferencias significativas.

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Pero el análisis posterior estableció que muchos de esos estudios tenían sesgos, se habían realizado con grupos demasiado pequeños o presentaban conflictos de intereses. Además, ninguno de ellos había sido reproducido en condiciones similares para obtener resultados similares, uno de los pilares básicos del método científico.

"No se pueden extraer conclusiones generales sobre si un remedio homeopático que muestra una efectividad significativamente mayor que el tratamiento de control en unas condiciones específicas lo hace también en otro contexto. Por tanto, no se puede concluir si es mejor, peor o inefectivo", concluían los investigadores.

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