Por qué no debemos creernos tan rápido el estudio de que la pasta no engorda

Por qué no debemos creernos tan rápido el estudio de que la pasta no engorda
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La pasta no engorda. Ni el pan. Ni la cerveza. Ni el vino. Ya puestos, tampoco las patatas fritas. Ningún alimento engorda o adelgaza por él mismo, sino que nos aporta una cierta cantidad de energía que, en el contexto de una alimentación completa (teniendo en cuenta todo lo que aportamos en el día y todo lo que nuestro cuerpo consume al final de este) será lo que determine si subimos de peso, bajamos o nos mantenemos.

Anda dando vueltas por las redes desde hace unos días un estudio que afirma que, efectivamente, la pasta no engorda. Bueno, depende del contexto y no específicamente de la pasta. Si profundizamos un poco, encontramos muchos estudios de variados tipos que nos dicen que este o aquel alimento no engorda, y probablemente también nos digan que son muy beneficiosos para nuestro organismo. ¿Debemos siempre fiarnos de estos estudios?

Centrarse en un solo alimento no es la respuesta

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Los estudios sobre ganancia o pérdida de peso que se centran solo en un único alimento o en ocasiones en un único nutriente ya deberían ponernos en alerta sobre su veracidad. Y es que no es posible considerar si a una persona le va a engordar un alimento concreto sin tener en cuenta el resto de su dieta.

Muchas veces escuchamos las preguntas tipo "¿el (inserte aquí su alimento favorito, generalmente bastante calórico) engorda?". Y es que un alimento no engorda: nos aporta una cantidad de energía en forma de calorías, con un un aporte de macronutrientes y micronutrientes concretos. Pero las calorías no son lo único que cuenta: en función de los macro y micronutrientes de ese alimentos y los de los demás alimentos con los que lo acompañemos, nuestro cuerpo reaccionará de una manera concreta ante ellos.

Un acercamiento positivo a la comida

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Comer únicamente pensando en si un alimento nos va a engordar o no, además de ser absurdo puede llegar a ser peligroso, ya que nos lleva a un acercamiento poco recomendable respecto a la comida en el que solo la vemos como "porciones de calorías que me van a hacer engordar".

Un acercamiento mucho más positivo es el que podemos tener cuando entendemos que la comida no es el enemigo, sino que es un arma más para ayudarnos a llegar a nuestras metas. En el caso del deporte, por ejemplo, es muy difícil tener un buen rendimiento si no nos alimentamos de forma adecuada. Tenemos que tener en cuenta que lo que ingerimos va a ser nuestro combustible de cara al entrenamiento, por lo que intentemos darle a nuestro organismo las calorías, macronutrientes y micronutrientes que necesita.

El balance calórico no es todo lo que importa

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"Para perder peso tienes que comer menos de lo que gastas". Sí, es cierto, pero ¿y ya está? Por supuesto que no, y es que no todo depende del balance calórico. Volviendo al tema de la pasta, durante mucho tiempo se ha considerado como un alimento casi prohibido en las dietas para pérdida de peso por varias razones: por un lado porque se trata de carbohidratos con un alto índice glucémico que nos causan una brusca subida de glucosa en sangre al consumirlos, por otra porque rara vez se come in bianco sino que se suele acompañar de ricas (y calóricas) salsas y, por último, porque se suelen comer platos de pasta bastante generosos cuando nos ponemos a ello.

Por eso nos sorprende tanto ver un estudio en el que un alimento que tradicionalmente se ha considerado como enemigo del control del peso de pronto nos dicen que no te hace engordar. ¿Se puede adelgazar comiendo pasta? Depende siempre del resto de tu alimentación, y lo mismo aplica a cualquier otro alimento: chocolate, huevos, potitos, donuts...

No te hinches a pasta... porque no necesitas tanta

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Ahora bien, el cálculo de calorías no es lo único que debemos tener en cuenta en nuestra alimentación a la hora de perder peso: el balance de macronutrientes y el correcto aporte de micronutrientes es otro factor a tener en cuenta cuando nos ponemos a dieta. La pasta son básicamente carbohidratos, de los que vamos bastante sobrados en nuestra alimentación (compruébalo: mira los platos de tu desayuno, comida y cena y verás como en los tres hay alguna fuente de carbohidratos). ¿Y si cambiamos ese plato de pasta por otro palto tradicional, como unas lentejas? Obtendremos aproximadamente la mitad de carbohidratos, pero aumentaremos las proteínas y además disminuiremos las grasas (en los platos de pasta, provenientes generalmente de los quesos o las salsas).

En nuestra planificación diaria es muy sencillo que nos pasemos en la cantidad de carbohidratos: cereales o tostadas en el desayuno, pan, patatas o arroz en la comida o en la cena, sin contar la fruta y verdura que debería estar presente en cada comida principal. Sería más inteligente para poder llevar una dieta equilibrada, realizar un aporte de grasas beneficiosas (frutos secos, aguacates) o de proteína de calidad (pollo, ternera, legumbres) antes que otro aporte más de pasta.

Estudios por todas partes, ¿cuál debemos creer?

Estudios-adelgazar Imagen de @pzjarana

Casi cada día podemos encontrar un nuevo estudio en el que se dice que tal o cual alimento no engorda, o también en sentido contrario, que tal o cual alimento eleva el colesterol o incluso produce cáncer. Con toda la información que llega a nuestras manos, ¿cómo podemos distinguir los estudios que verdaderamente merecen credibilidad de los que buscan un titular fácil en la prensa? Podemos seguir unos sencillos pasos.

  • ¿Quién ha financiado el estudio? Hay que ver si en ese estudio en concreto hay un conflicto de intereses por parte de los autores.

  • Población sobre la que se ha hecho el estudio y duración del mismo: no tendrá la misma fiabilidad un estudio que se ha hecho sobre miles de personas durante años que otros que ha tomado un par de semanas sobre 15 personas en un laboratorio.

  • Metodología del estudio: ¿se han controlado todas las variables de forma metódica? Este estudio sobre la pasta en concreto se ha llevado a cabo mediante llamadas telefónicas a las personas que participaban en él. El método de la encuesta por teléfono no parece muy fiable; ya lo decía el Doctor House, "todo el mundo miente".

  • ¿Qué tipo de estudio es? En la imagen que acompaña a este párrafo podéis ver la fiabilidad de los distintos estudios. Aquellos que merecen más credibilidad son los meta-análisis (un estudio de muchos estudios, podríamos decir), mientras que en el caso concreto del estudio de la pasta nos encontramos ante una metodología de estudio descriptivo.

Sabiendo todo esto, ya podemos hacer frente al próximo estudio que nos diga que la patata quita el catarro o similar. Lee, lee, lee y duda de todo lo que leas.

Imágenes | iStock
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