Si hace tiempo que entrenas con iguales cargas y movimientos y sientes una comodidad increíble para realizar tus actividades, sin duda te encuentras en una zona de confort de la cual nunca querrías moverte. Sin embargo, si quieres obtener resultados, es momento de olvidar tu zona de confort y comenzar a progresar.
Nuestra zona de confort es aquella que define lo que estamos acostumbrados a hacer y el entrenamiento que habitualmente realizamos. Sin embargo, aunque es muy cómodo y placentero sentirse en el marco de esta zona de confort, es importante ampliarla, moverla y dejarla atrás si queremos avanzar hacia el logro de buenos resultados.
Es decir, aunque todo cambio y novedad puede desestabilizarnos y complicar nuestra rutina, es importante dar el paso hacia algo más allá de nuestra zona de confort, salirnos de lo habitual y rutinario para progresar y obtener importantes logros producto del esfuerzo.
Para salir de tu rutina y avanzar hacia un progreso sostenido, puedes incrementar las cargas con que trabajas, añadir más tiempo a tu entrenamiento, aumentar la frecuencia con que te ejercitas o bien, añadir otros movimientos, elementos u otro deporte a tu rutina.
Con cualquier pequeña modificación que se sume a tu rutina y te permita olvidar la zona de confort ya podrás dar un paso hacia el progreso que estás necesitando.
Te proponemos realizar un auto- análisis y preguntarte, ¿estoy en una zona de confort? ¿Mi entrenamiento es cómodo y no me exige demasiado esfuerzo? Quizá sea momento de dar el gran paso y romper con tu rutina para avanzar hacia el logro de resultados seguros.
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Imagen | Thinkstock
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