La obtención de energía en función de la intensidad

La obtención de energía en función de la intensidad

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La obtención de energía en función de la intensidad

Nuestro cuerpo es bastante complejo y no siempre en todas las actividades que realizamos a lo largo del día obtenemos energía de una misma fuente o a través de un mismos sistema, de hecho, la obtención de energía depende fundamentalmente de la intensidad y de la duración de las actividades físicas.

Curiosamente nuestro cuerpo utiliza las grasas como fuente principal de energía cuando nos encontramos en una situación de reposo o en actividades de muy baja intensidad, pero esto no quiere decir que para quemar grasa tengamos que estar sentados en el sofá. Os explicamos con detalle a continuación cómo funciona nuestro organismo a la hora de obtener energía.

Sistemas energéticos

Nuestro cuerpo tiene distintas formas de obtener energía tanto para realizar sus funciones vitales como para realizar actividad física a lo largo del día. Principalmente los sistemas de obtención de energía se dividen en dos grupos según la necesidad o no de oxígeno, y estos son:

  • No requieren oxígeno: los fosfágenos y la glucólisis no necesitan de oxígeno para obtener energía, son más comunes en actividades anaeróbicas.
  • Requieren se oxígeno: para poder hacer uso de este sistema, es necesario disponer de oxígeno, en este caso hablamos del sistema oxidativo, que generalmente usará hidratos de carbono, en segundo lugar grasas y en último lugar las proteínas.

Cabe destacar que no siempre se utiliza un único sistema energético cuando realizamos una actividad, es decir, si por ejemplo realizamos una series interválicas de alta intensidad corriendo, no usaremos un mismo sistema para obtener energía cuando empezamos a trotar que cuando estamos en mitad de una serie.

Fosfágenos

press banca

El sistema de los fosfágenos son una forma de obtención de energía rápida, de hecho, es el método más rápido que existe de obtención de ATP, sin embargo son los que menos capacidad se producción tienen, es decir, se agotan muy rápido.

Generalmente esta manera de obtener energía es utilizada en actividades de alta intensidad y poca duración, como por ejemplo en salto vertical, sprints cortos, o golpear una pelota de golf. Este sistema se basa principalmente en las reacciones químicas del ATP y de la fosfocreatina (ambos fosfágenos).

El problema de los fosfágenos es que se agotan muy pronto, hasta volver a obtener energía suficiente debemos esperar entre tres y cinco minutos, con lo cual no sirven en actividades que son de alta intensidad y larga duración.

Las fibras musculares que contienen concentraciones más altas de fosfágenos son las fibras musculares de tipo II, es decir, de contracción rápida, que son precisamente las que más se utilizan cuando nuestro objetivo o nuestro entrenamiento se basa en levantar cargas pesadas cercanas al 1RM.

Glucólisis rápida y lenta

En primer lugar hay que destacar que la glucólisis es el proceso mediante el cual se produce una rotura de los hidratos de carbono para producir ATP, es decir, se hace uso del glucógeno almacenado en el músculo o de la glucosa transportada por la sangre.

Cuando hemos acabado con los fosfágenos, el siguiente método de obtención de energía sin necesidad de oxígeno, es decir, en actividades anaeróbicas, es mediante la glucólisis, que a su vez puede ser lenta o rápida.

La glucólisis rápida también es llamada glucólisis anaeróbica y la rápida glucólisis aeróbica, aunque realmente la glucólisis no depende del oxígeno, con lo cual no es muy preciso apellidarla de esta manera y puede llevar a confusión.

En la glucólisis rápida, el piruvato que es el producto final, se convierte en lactato y proporciona energía (ATP) a mayor velocidad que mediante la glucólisis lenta, ya que en esta, el piruvato se transporta hasta la mitocondria y allí produce energía a través del sistema oxidativo. Podríamos extendernos mucho en este punto y hablar del ácido láctico y el lactato, pero lo dejaremos para otras entradas futuras.

Sistema oxidativo

running

Y por último, el sistema oxidativo, encargado de obtener energía mediante la conversión de los hidratos de carbono, las grasas y en última instancia las proteínas. Es un sistema más lento que los dos anteriores pero con una mayor capacidad de producción de energía.

De hecho, de donde más energía podemos obtener en nuestro cuerpo es de las grasas, solo que para utilizar esta vía, nuestro cuerpo generalmente tarda mucho y su velocidad para producir energía es muy baja.

El sistema oxidativo es la fuente principal de energía cuando nos encontramos en reposo y durante las actividades principalmente aeróbicas, en las cuales se utilizarán como sustratos los hidratos de carbono y las grasas. Las proteínas normalmente no se metabolizan de forma significativa salvo que exista un ayuno muy prolongado y en sesiones muy largas de ejercicio.

Si no nos encontramos depletados totalmente, la obtención de energía durante la realización de un ejercicio aeróbico de alta intensidad, suele ser al 100% de los hidratos de carbono. Si se acabará con estos, entonces la siguiente fuente serían las grasas, y en última instancia las proteínas.

Resumen

Después de esta explicación, podemos concluir dejando claro que en actividades generalmente anaeróbicas como puede ser un entrenamiento de pesas orientado a la fuerza utilizará los sistemas de fosfágenos y la glucólisis como métodos principales de obtención de energía, mientras que una carrera de intensidad moderada y larga duración hará uso principalmente de nuestro sistema oxidativo.

Hay que aclarar que cuando el objetivo principal de una persona es eliminar su grasa corporal, no es tan importante de dónde obtiene esa energía mientras realiza la actividad física pertinente, sino que es más importante el déficit calórico que genera al finalizar el día ajustando la dieta y realizando actividad física.

Con esto quiero decir que, aunque las actividades aeróbicas sean las que más utilizan el sistema oxidativo y en consecuencia, más utilizan las grasas para su ejecución, no quiere decir que entrenar únicamente actividades aeróbicas nos ayude a perder nuestra grasa corporal, ya que, en nuestro cuerpo se producen una serie de adaptaciones que nos hacen cada vez más resistentes y cada vez nos costaría más perder grasa.

Bibliografía | Manual del NSCA CPT

Imagen | Chiara Pustianaz en flickr

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