Elegir bien en la pescadería

Elegir bien en la pescadería
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Mucho hemos hablado sobre los beneficios de los productos del mar y el bien que nos hacen, por eso, a la hora de comprar en la pescadería hay una serie de trucos que nos harán diferenciar cuando un pescado o marisco es de buena o mala calidad. No te lleves el omega-3 rancio a casa.

El pescado fresco tiene:

  • Olor a algas y mar
  • Ojos vivos, brillantes y saltones
  • Carne firme, no se queda la marca del dedo cuando presionamos
  • Espinas y piel bien adheridas a la carne
  • Escamas brillantes y bien adheridas, no se levantan al pasar el dedo en sentido contrario (excepto en las sardinas, estas son diferentes)
  • Branquias de color rojizo y separadas entre sí.

El pescado que no es fresco tiene:

  • Olor desagradable
  • Ojos opacos y hundidos
  • Carne poco consistente, se queda la marca ante la presión del dedo.
  • Las escamas se desprenden fácilmente de la piel.
  • Las escamas se desprenden fácilmente de la piel.
  • El color de las branquias es marrón y están pegadas.

Los crustáceos frescos tienen:

  • Superficie húmeda y brillante, de color vivo.
  • Olor a mar.
  • Ojos negros y brillantes.
  • Carne de la cola transparente o ligeramente azulada.

Los crustáceos que no son frescos tienen:

  • Superficie seca, de color apagado o mate.
  • Olor desagradable.
  • Ojos sin brillo.
  • Patas y cabeza se desprenden fácilmente.

Y respecto a los moluscos recuerda que debes evitar comer los que tras la cocción se mantienen cerrados y los que no estén envasados o etiquetados. Vía | Biblioteca general de Salud Pública (PDF)

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