El wok: un aliado a la hora de comer de manera saludable

El wok: un aliado a la hora de comer de manera saludable
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Cuando hablamos de métodos de cocina saludables siempre hay un sitio para el wok. Este invento, tradicionalmente utilizado en el sudeste asiático, ha llegado para quedarse en nuestras cocinas gracias a su gran versatilidad, ya que nos permite preparar todo tipo de alimentos rápidamente y de forma sana.

Los woks tradicionales son sartenes con una forma cóncava, como si fueran un gran bol, fabricados en hierro fundido y que, debido a esta forma tan característica, solo podían utilizarse en cocinas de llama. Para adaptarse a la cocina occidental y que podamos utilizarlo también en placas de inducción, el wok ha adoptado una forma lisa en su base que le permite mantenerse en pie, y se fabrica en diferentes materiales.

Actualmente podemos encontrar woks de distintos materiales y tamaños, adecuados para nuestras cocinas. Los hay con una o dos asas, de aluminio, de acero inoxidable... Independientemente del material, el wok siempre funciona igual y se caracteriza por mantener muy bien el color y el sabor de los alimentos que cocinamos en él.

El wok se utiliza siempre muy caliente, por lo que antes de empezar a cocinar será necesario precalentarlo durante al menos un minuto. El hecho de que su base sea muy pequeña hace que se caliente rápidamente (se inventó para poder cocinar los alimentos con poco combustible) y el calor se distribuye también por sus paredes curvadas, que mantienen una menor temperatura.

El wok suele medir al menos unos 30 centímetros de diámetro: su gran tamaño hace posible que podamos mover y remover los alimentos en su interior. Al estar expuestos a una gran fuente de calor, los ingredientes de nuestros platos tardarán muy poco tiempo en cocinarse (no olvides cortarlos en porciones de similar tamaño), manteniendo sus propiedades nutricionales intactas, su color y su sabor original. La cocina al wok, además, precisa de muy poco aceite (lo justo como para impregnar el fondo y las paredes de esta sartén) y las paredes curvas evitan que los alimentos se peguen en su interior.

Cocinar y cuidar el wok

Wok

Podemos utilizar el wok en multitud de formas, aunque la más característica es el salteado, moviendo los alimentos en el interior del wok. También puede utilizarse para cocinar al vapor, al grill, para mantener los alimentos calientes una vez cocinados, puede incluso hacer la función tradicional de sartén o de olla... Generalmente se usa con una rejilla que nos da más posibilidades de cocina.

El wok necesita un mantenimiento básico para mantenerse en buen estado. Antes de utilizarlo por primera vez debemos "curarlo" poniendo el wok al fuego con aceite que se quema y se adhiere a su superficie. Una vez utilizado, el wok se lava con agua y jabón y con una esponja suave (no hace falta que hagas el "rasca y gana" con el estropajo), se seca para que no se oxide y se aplica una fina capa de aceite para mantenerlo en perfecto estado (basta con poner unas gotas de aceite en una servilleta y pasarla por su superficie).

El wok nos sirve no solo para verduras, aunque quizás sean las recetas más tradicionales, sino que podemos saltear o cocinar en su interior carne, pescado, legumbres, pasta... Hay un sinfín de posibilidades para este utensilio de cocina que nos promete platos sabrosos y saludables.

¿Tenéis un wok en casa? ¿Cuáles son vuestras recetas favoritas?

Imágenes | iStock, Pixabay
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