Spinning: pros y contras

Spinning: pros y contras
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El Spinning o Ciclo Indoor ha sufrido una crecida espectacular de participantes en los últimos años: la promesa de la pérdida de peso bastante rápida y de la tonificación del tren inferior ha hecho que mucha gente ajena a los gimnasios no se pierda ni una sola clase. Como todas las actividades deportivas, tiene sus pros y sus contras, y sigue creciendo en adeptos de forma rápida y constante.

El spinning es una actividad colectiva y dirigida por un monitor que se realiza sobre bicicletas estáticas especialmente diseñadas para este propósito siguiendo el ritmo de la música. En esta clase se puede trabajar, según el tipo de sesión que se realice, tanto la resistencia cardiovascular como el trabajo interválico o un entrenamiento de velocidad.

¿Por qué gusta tanto el spinning? Seguramente porque es una clase en grupo que se hace muy amena, en la que se suda mucho y la sensación de trabajo es muy alta. Además es totalmente personalizable, porque cada uno regula su resistencia, y en el caso de que te equivoques no es tan evidente como en otras clases como el aerobic o el step.

La bicicleta de spinning


A lo mejor parece una obviedad, pero es importante señalar que no se puede realizar una clase de spinning en una bicicleta estática normal. La principal diferencia entre una bicicleta estática al uso y una bici diseñada para hacer spinning es que esta última posee un disco de inercia que hace que, aunque dejemos de pedalear, la rueda de inercia siga moviéndose. Esto es algo que no ocurre en las bicis tradicionales, donde si no pedaleas la rueda no se mueve.

¿Por qué es importante la rueda de inercia? Porque acumula la energía cinética del pedaleo y hace que realicemos un movimiento más natural. De este modo, cuando nos ponemos de pie encima de la bici no se nos queda clavada la rodilla al realizar el empuje.

Durante la clase podemos modular la resistencia del pedaleo en nuestra bicicleta para realizar un ejercicio más o menos exigente. La resistencia en un principio se regulaba con un sistema de zapata, aunque últimamente ha evolucionado mucho y la mayoría de los modelos actuales cuentas con resistencia magnética.

Factores importantes en una clase de spinning


En una clase de spinning hay dos cosas importantes: la resistencia de la bicicleta y la cadencia del pedaleo. La resistencia se regula de modo personal: aunque el instructor dé indicaciones, es responsabilidad del alumno subirla más o menos, dependiendo de su capacidad de seguir la clase. La cadencia del pedaleo va marcado por la música de la sesión, previamente elegida por el monitor.

Las clases de spinning pueden enfocarse a distintos objetivos, y es aquí donde juega un papel crucial el instructor: es necesario que el monitor prepare la clase adecuadamente antes de realizarla, y adecúe tanto la música como la cadencia del pedaleo al objetivo que se quiere conseguir. He visto muchos instructores que se limitan a poner canción tras canción de un disco que sacan de la mochila, y eso NO es spinning.

Los objetivos de la clase de spinning deberían variar en función de los microciclos, mesociclos y macrociclos de entrenamiento. Esto quiere decir que se debería hacer una planificación anual de las clases para poder trabajar todas las capacidades físicas básicas, pero asumimos que es difícil de llevar a cabo en una clase colectiva de un gimnasio.

Nuestra primera clase de spinning


¿Qué necesitamos para realizar una clase de spinning? Ropa cómoda, botella de agua, toalla y muchas ganas. De entrada debemos tener una base buena de resistencia cardiovascular porque es una clase exigente, pero es algo que podemos mejorar poco a poco a lo largo de las clases.

Si es la primera sesión a la que entramos, debemos tener claro que es muy probable que no podamos seguir el ritmo de la clase. Recuerdo mi primera clase: después de tardar meses en decidirme a entrar fue un fracaso absoluto, a mitad de la sesión no podía ni moverme. Esto no debe desanimarnos, ya que mejoraremos bastante rápido.

Es muy importante que, antes de nada, nos coloquemos correctamente en la bicicleta para maximizar nuestro esfuerzo y evitar lesiones: regular correctamente la altura del sillín y del manillar y la distancia entre ellos es de suma importancia para nuestro rendimiento, y es algo que el instructor debe avisar siempre antes de empezar una clase.

Pero, como siempre, el spinning tiene sus pros y sus contras, y vamos a pasar a analizarlos. Antes de nada, deciros que esta vez os hablo de mi experiencia desde los dos lados: he sido durante mucho tiempo practicante de spinning, y también soy instructora titulada. Tened en cuenta, como han dicho en comentarios en otros posts, que la experiencia llevando una clase es muy diferente a la que se tiene cuando se va como alumno: aquí intentaremos ver las dos partes.

Ventajas del spinning

  • Es una clase colectiva en la que la sensación de grupo y de comunidad es muy grande, al realizar todos el mismo ejercicio al mismo ritmo.

  • Los monitores, por norma general, se implican mucho en las clases: animan, bailan, gritan y se lo pasan bien. Esto suele ser contagioso, creando un ambiente muy bueno.

  • Quemas calorías y fortaleces el tren inferior: la tonificación de piernas y glúteos es evidente en pocas semanas.

  • La música, muy cañera, favorece el buen ambiente de la clase.

  • El trabajo es personalizado: tú marcas la resistencia a la que trabajas dependiendo de tu capacidad.

  • Cualquier persona con una capacidad cardiovascular aceptable puede practicar spinning: no es necesaria una excesiva coordinación, sino que podemos seguir la pedalada del monitor, que nos marcará el ritmo de la sesión.

Inconvenientes del spinning

  • Una mala posición en la bicicleta puede suponer una lesión: el instructor debe estar muy atento a la colocación de los alumnos antes y durante la clase.

  • Peligro de lesión en las rodillas: en una clase de spinning pasamos 45 minutos realizando el mismo movimiento de pedaleo sin parar una y otra vez, por lo que las rodillas pueden llegar a resentirse si no distribuimos bien el peso de nuestro cuerpo activando los abdominales.

  • El trabajo es personalizado: esto se puede convertir en un inconveniente en el caso de que vayamos “de paseo” con la bici.

  • El monitor debe tener muy claro qué es lo que quiere trabajar en cada sesión, dentro de las normas de seguridad: la formación del instructor es la clave en la clase de spinning. Un monitor que realiza movimientos peligrosos (por ejemplo, cambios muy bruscos de cadencia) es una lesión en potencia.

Personalmente, me encanta el spinning: es una clase divertida, amena, y en la que se trabaja bien. Tened en cuenta que es necesario complementarla con un trabajo de sala, haciendo hincapié en el tren superior, o con otras actividades colectivas como Body Pump o Body Combat donde trabajemos todo el cuerpo.

Y vosotros, ¿qué opináis del spinnning?

En Vitónica | Puntos clave a considerar cuando hacemos spinning

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