Las claves para superar una gripe con éxito

Las claves para superar una gripe con éxito

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Las claves para superar una gripe con éxito

Llega el frío y con él las gripes, una de las infecciones víricas más comunes. Las gripes son normalmente enfermedades que producen un malestar general pero que no son peligrosas a no ser que se padezcan otros problemas que la agraven, como problemas inmunes u otras enfermedades respiratorias.

Sin embargo, sí que puede ser muy molesta: dolores de cabeza y articulares en general, toses, congestión y fiebre son algunos de sus síntomas. Si has tenido mala suerte y ya has caído, o por si acaso te toca en los próximos meses, estos son algunos consejos para sobrellevar mejor la enfermedad.

Descansa

Algo tan obvio como esto no habría ni que decirlo, pero a muchos de nosotros nos cuesta aceptar cuando estamos enfermos y necesitamos bajar de revoluciones, quedarnos en casa y pasarnos un par de días reposando.

Si notas llegar los primeros síntomas de la gripe, no esperes a estar hecho polvo para pillarte un par de días libres y descansar. Es lo que tu cuerpo necesita para pelear contra la infección, pero además, es la mejor forma de evitar contagios.

El virus de la gripe pasa de unas personas a otras a través de estornudos y toses pero también a través de las manos, donde llega cuando nos tocamos la nariz o la boca y pasa a otras personas cuando tocamos picaportes, grifos, barras del metro... Por ti, y por los demás, quédate en casa y descansa.

Bebe mucho líquido

Agua, infusiones, sopas y caldos. Asegúrate de mantenerte bien hidratado. Eso es importante por dos razones: por un lado, mantendrá tus mucosas hidratadas, una de las partes de tu cuerpo que más sufre con la gripe y que además debe servir de barrera ante patógenos externos.

Por otro lado, una hidratación abundante ayudará a que tus mucosidades no sean excesivamente espesas y de esa forma puedas expulsarlas más fácilmente. Por lo contrario, la falta de hidratación puede dificultar su expulsión y, en casos extremos, infectarse causando que la gripe derive en una enfermedad respiratoria más grave.

El vapor también ayuda

Desde llenar el baño de vapor de agua hasta colocar un humidificador cerca de tu cama, respirar aire con un poco de humedad puede venirte bien, precisamente para mantener hidratadas las mucosas que, tal y como decíamos antes, no solo es una parte de tu cuerpo que padece especialmente con la gripe a causa de toses y estornudos, sino que además debe hacer de barrera de la infección.

Hacer vahos con eucalipto también puede venirte bien para descongestionarte, pero ten cuidad de que el vapor no esté muy caliente y no te acerques mucho al agua, no vayas a quemarte.

Controla la fiebre

La fiebre es uno de los mecanismos de defensa de nuestro cuerpo ante las infecciones, y según las recomendaciones generales solo hace falta tratarla cuando nos produce molestias. Eso puede ocurrir a distintas temperaturas según las personas: algunos se encuentran fatal cuando el termómetro marca unas pocas décimas por encima de 37 mientras que otros llegan casi a 39 antes de encontrarse realmente mal.

Lo mejor ante la fiebre es no abrigarse demasiado, pero tampoco se recomienda a día de hoy darse duchas o baños tibios para bajar la temperatura. Lo mejor es ponerse ropa fresca y taparse con una manta liviana hasta que la fiebre baje.

En caso del citado malestar, algunos medicamentos como el paracetamol y el ibuprofeno pueden ayudarte a bajarla. Tómalos siempre siguiendo las indicaciones del prospecto o de tu médico, y si tienes fiebre alta y no sirven para bajarte la fiebre, deja de tomarlos y valora la posibilidad de acudir a la consulta de tu médico.

Nada de antibióticos

Es un recurso habitual pedir al médico que nos recete antibióticos en cuanto la fiebre y las toses atacan. Algunos incluso recurren a la automedicación. Pero la verdad es que tratarse una gripe con antibióticos no sirve de nada y además es un riesgo para la salud, no solo del enfermo, sino de todos nosotros.

La gripe es una enfermedad provocada por un virus, y contra eso, los antibióticos no pueden hacer nada. Sin embargo, el consumo descontrolado de antibióticos está detrás de la aparición de cepas de bacterias resistentes a estos medicamentos. Las infecciones por estas cepas de superbacterias aun no son muy comunes, pero si no aparecen nuevos antibióticos lo serán cada vez más.

Por eso es importante reservar los antibióticos para aquellos casos en los que realmente son eficaces, tomarlos siempre bajo recomendación médica y cumplir los tratamientos completos.

En vez de eso, antigripales

Sentimos decirte que ni los antibióticos ya mencionados ni ningún otro te va a curar una gripe, pero sí hay medicamentos que te ayudarán a sobrellevarla. Son los llamados antigripales, y normalmente se pueden adquirir sin receta, así que pídele consejo a tu farmacéutico.

Estos medicamentos normalmente son una combinación de varios compuestos: un antitérmico, como los mencionados ibuprofeno o paracetamol, para bajar la fiebre; un antitusivo para calmar la tos; un descongestionante para ayudarte a respirar mejor; un antihistamínico que calma los moqueos y estornudos, y a veces un poco de cafeína para compensar el efecto de somnolencia que causan los antihistamínicos.

Como decimos, estos medicamentos no curan, pero alivian los síntomas.

Paciencia, mucha paciencia

Junto con el primer consejo de esta lista, el de descansar, la paciencia es la otra clave básica para superar una gripe. Hagas lo que hagas, no podrás acelerar tu recuperación. Solo puedes mitigar los síntomas y ayudar a tu cuerpo a estar cómodo y descansado mientras combate la infección.

Así que si caes con un gripazo, ten paciencia y descansa. Poco más puedes hacer.

Considera vacunarte el año que viene

La vacuna de la gripe estacional no es 100% efectiva (ninguna lo es) porque el virus muta cada año y no siempre se puede desarrollar una vacuna específica, pero sí reduce las probabilidades de enfermar y atenúa la gravedad de los síntomas.

Vacunarse está especialmente recomendado para las personas que pertenecen a grupos de riesgo, como las personas de más de 60 años, los profesionales sanitarios, los maestros y profesores, personas con enfermedades crónicas que puedan agravarse con la gripe y mujeres embarazadas. Aunque no formes parte de ninguno de estos grupos, puede consultar con tu médico la posibilidad de vacunarte también el año que viene.

Imágenes | Unsplash

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