El lunes es el día elegido por muchos para comenzar una dieta, un entrenamiento o para dar definitivamente ese paso que nos ayude a cambiar nuestro estilo de vida hacia otro más saludable. Lo primero que tenemos que hacer es planificar cómo vamos a hacerlo: estudiamos nuestros horarios, nuestras posibilidades, nuestro presupuesto... Se nos van horas y horas pensando en que, cómo, cuándo y cuánto vamos a hacer. Pero las palabras se las lleva el viento: ¡no te olvides de pasar a la acción!
¿A quién no le ha pasado? Tenemos un examen dentro de unas semanas y nos ponemos a organizarnos: si cada día estudio tres temas, de 10 de la mañana a 7 de la tarde, entonces me da tiempo. Haré los descansos de tal hora a tal hora, pararé a comer a esta hora concreta, y luego a entrenar... Cuando nos queremos dar cuenta hemos pasado un día entero planificando y ni siquiera hemos empezado a trabajar. Planificar es importante, ¡pero ponte manos a la obra!
Esto es aplicable también a nuestro entrenamiento: podemos tener una rutina perfectamente planificada, con sus ejercicios separados por grupos musculares, series exactas, número de repeticiones y tiempos de descanso. Pero de nada nos sirve planificar durante horas si luego no aparecemos por el gimnasio.
Planifica lo necesario: no teorices tanto y pasa a la acción cuanto antes. Las palabras no perduran en el tiempo: las acciones demuestran quién eres.
Hoy es un gran día para ponerte en marcha, ¿a qué esperas?
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