
¿Cuál es el problema? El problema está en que evidentemente al perder agua aparece la sensación de sed y una de dos: o bebemos agua o nos deshidratamos. Si bebemos, recuperaremos el peso que perdimos a causa de la sudoración. Pero si nos empeñamos en no beber agua para seguir perdiendo líquidos lo más seguro es que tengamos que parar el ejercicio a causa de calambres musculares o mecanismos de protección similares del organismo.
Pero entonces...¿qué hacer?: lo ideal para perder peso es hacer actividad física moderada (footing, bici, andar ligero, aeróbic...) un tiempo superior a los veinte minutos, ya que a partir de entonces se empiezan a quemar las grasas y entonces si estaremos realmente perdiendo peso. De ahí la importancia de hidratarse bien durante el ejercicio, ya que podremos mantener el ritmo adecuado de actividad y por tanto quemar la grasa.
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