Enfermedades cardiacas a una edad joven, un mal común en nuestros días

Enfermedades cardiacas a una edad joven, un mal común en nuestros días
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Conseguir una buena salud cardiaca es esencial si queremos mantener una alta calidad de vida. Constantemente estamos realizando actividades o tomando medidas para conseguir un corazón en perfecto estado. A pesar de que son muchas las personas que en la edad adulta se ponen manos a la obra para conservar en mejor estado su corazón, es importante que sepamos que la época adecuada para prevenir que el corazón se deteriore con el paso del tiempo es la infancia y la adolescencia. Por ello vamos a ver en este post algunos consejos que hay que tener en cuenta para conservar el corazón desde la infancia.

En la actualidad el estilo de vida y los hábitos que hemos adoptado hacen que muchas veces nuestra salud esté en juego. El problema más preocupante es la educación que estamos dando a nuestros jóvenes y niños, pues se les educa en una serie de hábitos nada aconsejables para conseguir un corazón en perfecto estado. Es preocupante el dato de que cada día aumentan los casos de niños con colesterol alto que lleva a tener unas arterias obstruidas y en un estado que puede acabar por entorpecer a nuestro corazón y hacer que deje de funcionar de manera correcta.

Es cierto que estos hábitos son los culpables de que las enfermedades del corazón sean un riesgo para la población más joven de nuestra sociedad. Hasta hace poco solamente las enfermedades cardiacas eran un tema propio de las personas más adultas, pero los riesgos de padecer este tipo de enfermedades son cada vez mayores en nuestra población más joven, Por ello es necesario que analicemos las causas de este preocupante dato. Entre ellas hay una serie de hábitos que debemos mejorar o dejar de lado.

Cuidado de la alimentación

La alimentación es un punto importante a tener en cuenta y uno de los principales puntos en los que estamos fallando con los más jóvenes. El abuso de grasas saturadas y azúcares refinados es algo que sucede habitualmente en nuestra sociedad. Consumir alimentos preparados de manera industrial con ingredientes poco recomendables es uno de los principales peligros que ocupan la salud de nuestro hijos, ya que este tipo de alimentos son los culpables del aporte extra de colesterol, que ni siquiera un organismo más joven es capaz de aguantar y digerir del todo.

Falta de ejercicio

A una alimentación errónea debemos sumarle la falta de actividad por parte de los más jóvenes en la sociedad actual. Hace unos años los niños y adolescentes se mantenían más activos y pasaban más tiempo en la calle jugando. Actualmente el sedentarismo es la norma de nuestros jóvenes. Las largas horas frente al televisor, los videojuegos, internet, y la falta de motivación son las causas de este sedentarismo que debemos erradicar si lo que queremos es evitar los problemas cardiacos de nuestros hijos.

El exceso de colesterol derivado de estas prácticas es uno de los detonantes y el principal acelerador de las enfermedades cardiacas futuras de nuestros hijos. Mantener por mucho tiempo este estilo de vida representará un inconveniente y acelerará el deterioro de su corazón, haciendo que criemos a unos jóvenes con su corazón afectado y con un riesgo mayor de padecer una enfermedad cardiaca. Para evitarlo es necesario que seamos capaces de acabar con este tipo de hábitos en nuestros hijos. La educación es fundamental, y es que instruirles en los hábitos saludables para su cuerpo es esencial. Desterrar los dulces y grasas saturadas de su dieta será el primer paso, así como añadir el deporte a su rutina habitual.

Practicar actividad física con ellos será un buen comienzo para conseguir que acaben amando la actividad y evitando que pasen largas horas sentados. Hay que tener en cuenta el peso de nuestros hijos, pues es un indicador de salud, ya que el sobrepeso puede ser un signo de complicaciones cardiacas con el paso del tiempo. En estos casos es muy recomendable la realización de análisis para determinar los niveles de colesterol y saber qué camino seguir a la hora de educar a nuestros hijos en la salud.

Imagen | RaquelQuijada

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