¿Por qué se nos duermen las manos al montar en bicicleta?

¿Por qué se nos duermen las manos al montar en bicicleta?
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Ya sea en bicicleta de montaña o en una bicicleta de spinning, una de las patologías más frecuentes es la de las manos dormidas o el hecho de notar un leve pero incómodo cosquilleo en las mismas. No es nada grave, pero sí puede resultar molesto realizar una salida en bici o una clase de 45 minutos con esa sensación.

Hace ya tiempo hablamos de por qué nos sucede lo mismo en los pies cuando pedaleamos en la elíptica, y la razón en ambos casos es bastante similar y tiene la misma solución. Hoy conocemos al "culpable" del hormigueo en la palma de las manos al ir en bici: el nervio ulnar o nervio cubital.

El nervio ulnar o cubital se origina en la zona del hombro y recorre todo nuestro brazo hasta los dedos, entrando en nuestras manos por la parte de la palma. Si lo mantenemos aprisionado entre la mano y el manillar notaremos al cabo de unos minutos un cosquilleo o adormecimiento de las manos.

Esto se debe a una mala postura sobre la bicicleta: lo ideal es utilizar la fuerza de nuestro core o parte central del cuerpo para repartir el peso de nuestro cuerpo y mantener así una postura correcta. Si la fuerza del core es insuficiente, tendemos a echar nuestro peso hacia delante, sobre las muñecas, y de esta forma presionamos el nervio ulnar notando ese hormigueo.

La solución a este problema, por tanto, pasa por mantener una postura correcta durante todo nuestro entrenamiento, concentrándonos en la zona del core mientras damos pedales. Otra cosa que nos puede ayudar es regular correctamente la altura del sillín de nuestra bici, que debe colocarse a igual altura que el manillar o ligeramente más arriba.

¿Habéis notado ese cosquilleo en las manos alguna vez al montar en bici?

Imagen | Thinkstock
En Vitónica | ¿Por qué se nos "duermen" los pies al pedalear en la elíptica?

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