¿Escuchar música puede hacerte más fuerte? La ciencia tiene respuestas claras: entrenar fuerza con música no solo mejora el estado de ánimo, sino también la fuerza, la velocidad y la resistencia muscular. Diversos estudios recientes han explorado cómo la música afecta el rendimiento en ejercicios como el press de banca, revelando resultados sorprendentes que te convencerán de preparar tu lista de Spotify antes de la siguiente sesión en el gimnasio.
La música influye en ejercicios del gimnasio, como el press de banca

Los beneficios de escuchar música durante el entrenamiento de fuerza se deben principalmente a su capacidad para alterar positivamente el estado de ánimo y desviar la atención del esfuerzo físico percibido. Un estudio reciente analizó cómo la música afectaba específicamente al rendimiento en el press de banca.
En este experimento, 15 hombres con experiencia en entrenamiento de fuerza realizaron series con un 70% de su repetición máxima (1RM). Se evaluó cómo influía la música sobre la velocidad. También se midió el efecto de un feedback determinado durante el ejercicio, pero este apartado no nos interesa en este caso.
Los resultados fueron contundentes: escuchar música aumentó notablemente el número de repeticiones realizadas, así como la velocidad máxima y promedio durante cada serie.
En comparación con el grupo control que no escuchaba música, el grupo que sí la escuchaba consiguió mejoras de hasta un 20% en el rendimiento. Además, manifestaron una mejora significativa en el estado de ánimo al terminar las sesiones,
Otros estudios han apoyado estos hallazgos. La música autoseleccionada, es decir, la que escogemos porque nos gusta personalmente, puede mejorar la fuerza máxima durante el press de banca, además de reducir significativamente la percepción del esfuerzo.
Además del tipo de música, también influye la velocidad del ritmo, o los golpes por minuto (Beat Por Minuto = BPM). Ritmos de 120 o más BPM parecen ser los ideales para potenciar ese efecto en la fuerza.
¿Por qué ocurre esto?
La música actúa como una distracción cognitiva, alejando nuestra atención del esfuerzo físico y el cansancio. También incrementa la activación emocional, motivándonos a esforzarnos más. Como hemos comentado anteriormente, la música preferida de cada persona amplifica estos beneficios, indicando la importancia de seleccionar canciones que realmente disfrutemos.
En la práctica deportiva, este fenómeno es tan relevante que incluso entrenadores y deportistas profesionales utilizan habitualmente música para optimizar entrenamientos y competencias. La clave parece estar en la elección de una música que resuene emocionalmente con cada atleta y en el uso estratégico de la música en los momentos más exigentes de la sesión.
Referencias
Miras-Moreno S, Weakley J, Martínez-Zafra LM, Pérez-Castilla A. Impact of Augmented Feedback and Music During the Bench Press Resistance Exercise: Does Their Combination Compromise Mechanical Performance? Sports Health. 2025;0(0). doi:10.1177/19417381251316216
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