Mike Tyson ha sido noticia a lo largo de las décadas por una larga lista de situaciones. Lejos queda ya aquella increíble década de los 80s en la que un joven boxeador de apenas 20 años se imponía en el ring a todos los demás. A las puertas de cumplir 58 años, Tyson luchará una vez más en un combate de exhibición. Así eran sus rutinas de entrenamiento para conseguir una pegada que duele en la distancia.
La interminable rutina de Mike Tyson para ser uno de los mejores boxeadores de la historia
Hace unos días nos encontramos la noticia de la vuelta de Mike Tyson que volverá a pelear el 20 de julio de 2024, a la edad de 58 años. Su rival será el conocido creador de contenido Jake Paul. Al igual que hemos pudimos ver la semana pasada en Netflix el partido de Nadal frente a Alcaraz, la plataforma está detrás de la vuelta del mítico boxeador.
Tyson es uno de los mejores boxeadores de la historia de los pesos pesados. Hace casi 20 años que colgó los guantes en 2005, pero interrumpió su retirada en 2020 para pelear contra Roy Jones Jr. en una exhibición. Dicho combate de exhibición terminó en empate.
Desde dicha pelea en 2020 se iniciaron los contactos para pelear de nuevo, esta vez con Paul, 31 años menor que Tyson. Lejos de lo que pueda parecer a simple vista, Jake Paul es un boxeador profesional, además de influencer. Desde su debut en 2020 ha ganado nueve combates, seis por K.O. y solamente una derrota.
La mítica rutina de entrenamiento de Mike Tyson
Hace ya muchos años se viralizó una rutina tremendamente exigente de Mike Tyson. El Dr. Scott Weiss trabajó con Mike Tyson y expuso el régimen de entrenamiento que realizaba el peleador en el gimnasio del 422 de Main Street o en la gran casa blanca de Hidden Drive.
Mike entrenaba entre 50 y 60 horas a la semana, trabajando seis días a la semana. Realizaba 200 abdominales, 50 fondos, 50 flexiones y 50 encogimientos de hombros con peso, 10 veces a lo largo del día, seis días a la semana.
El Dr. Scott Weiss también publicó el horario de Tyson cuando se encontraba a cuatro o cinco semanas de las peleas. Desconocemos si repetirá a día de hoy esta mítica rutina o no, pero podemos hacernos una idea del sacrificio y dedicación del boxeador.
- 4:00 am: se despertaba y corría entre cinco y ocho kilómetros
- 6:00 am: volvía a casa para ducharse y meterse de nuevo en la cama a dormir un poco más.
- 10:00 am: Tyson se despertaba de manera definitiva para desayunar avena con fruta, zumo de naranja y vitaminas, regado con un batido de proteínas.
- 12:00 horas: diez rondas de sparring y tres series de calistenia con los ejercicios que hemos citado antes.
- 2:00 p. m.: almuerzo (carbohidratos, proteínas, verduras y agua).
- 3:00 p. m.: otras cuatro a seis rondas de sparring, trabajo con saco, saltos de comba y saco de velocidad, terminando con 60 minutos en la bicicleta estática. A ello le añadía tres series más de calistenia más.
- 5:00 p. m.: Cuatro series más de la misma rutina de calistenia y luego boxeo técnico.
- 7:00 p. m.: merienda
- 8:00 p. m.: 30 minutos ligeros en la bicicleta estática para recuperar y acelerar la eliminación de desechos producidos durante los entrenamientos del día.
- 9:00 p. m.: tiempo de desconexión previo a ir a la cama.
A lo largo de todo el día, Mike acumulaba 2.000 abdominales, 500 fondos, 500 flexiones, 500 encogimientos de hombro y 10 minutos de ejercicios de cuello en el ring. Si multiplicamos esos números por seis días a la semana, y por las semanas previas a la pelea, Tyson hacía 60.000 abdominales, 15.000 fondos, 15.000 flexiones, 15.000 encogimientos de hombros y cinco horas de ejercicios de cuello.
Muy épico, pero un verdadero despropósito
Estar en la élite de un deporte no significa que tus entrenamientos sean los mejores, ni siquiera se acerquen. Por supuesto, lo primero que debemos hacer es poner en duda todas estas "rutinas míticas", porque suelen tener mucho de "mítico" y poco de realidad.
Más allá de ello, lo ideal para un boxeador no es hacer miles y miles de repeticiones de los ejercicios de fuerza, sino hacer muchísimas menos repeticiones, pero cada una de la máxima calidad. Tampoco es necesario interrumpir el sueño para salir a correr, porque trae más inconvenientes que beneficios.
La vida de Tyson no es "común", así que es normal que sus entrenamientos tampoco lo sean. Está claro que para llegar a su agilidad y potencia de golpeo no basta con esa interminable rutina que comentamos anteriormente. Lo que es indudable es que su pegada daba mucho miedo, y viéndolo entrenar la pelea de este verano promete ser un espectáculo.
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Imágenes | Mike Tyson (Instagram)
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