Cocinar al vapor: una forma de aprovechar los nutrientes al máximo

Cocinar al vapor: una forma de aprovechar los nutrientes al máximo
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Normalmente asociamos la comida hecha al vapor con dietas de adelgazamiento y alimentación para personas mayores con problemas de estómago. Y en cierta medida es así, pues es la forma más natural y menos agresiva de cocinar los alimentos.

La cocción de alimentos al vapor no es una forma muy extendida en la cocina tradicional. Es por esto que es un gran desconocido mucho más beneficioso para nuestro organismo que freír, hervir en agua, asar... Esto se debe a que el vapor conserva todos los nutrientes intactos del alimento que tantos beneficios van a aportar a nuestro organismo.

Algunas de las ventajas más importantes de cocinar al vapor son que los alimentos van a conservar su sabor natural sin disfraces de ningún tipo. Además, todas las vitaminas, que en el caso de verduras se eliminan al cocerlas en agua, se conservarán intactas al igual que el resto de nutrientes. Esto hace que los alimentos sean aprovechados al máximo por nuestro organismo de los que aprovechará todo.

Al no cocinar con aceites, la cocina al vapor será más económica, y a la vez no estaremos añadiendo grasas de mala calidad que se transforman al ser calentadas en el caso de los fritos. Pero no sólo eso, sino que tampoco estamos introduciendo toxinas en nuestro organismo, originadas en los fritos al aumentar la temperatura y el estado del aceite bruscamente alterándolo.

Es una forma de cocinar baja en calorías al prescindir de esas grasas de mala calidad, por lo que es recomendable para todas las personas que siguen una dieta de adelgazamiento. Además, la digestión de los alimentos es más rápida, pues es una forma de cocinar ligera. Esto nos hará las digestiones más fáciles y por lo tanto nos sentiremos menos hinchados y pesados.

Para cocinar al vapor disponemos de diferentes utensilios en el mercado. Desde Vitónica os recomendamos utilizar bandejas de acero inoxidable que se colocan sobre un recipiente con agua hirviendo. Eso sí, el agua no debe tocar los alimentos, pues tiene que ser el vapor y su calor el que los cocine.

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