Así puedes mejorar tu concentración para hacer frente a los primeros exámenes del año

Así puedes mejorar tu concentración para hacer frente a los primeros exámenes del año

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Así puedes mejorar tu concentración para hacer frente a los primeros exámenes del año

Para los que dejamos la universidad hace ya unos años, febrero y junio eran los meses malditos. Ahora en muchos planes de estudios, la pesadilla se ha adelantado unas pocas semanas y es a finales de enero cuando comienzan los exámenes.

No para todos resultan tan terribles, alguna gente posee una capacidad de concentración muy bien entrenada que les permite estudiar de forma muy eficaz y sacar buenas notas casi sin despeinarse. Pero no todos somos así y para muchos la tarea de estudiar se hace un mundo, puesta a prueba por la más mínima distracción que pase ante sus ojos.

Si eres de estos últimos, bienvenido a mi club. Por suerte, hay algunos consejos y trucos que pueden ayudarte a mejorar la concentración y preparar con ahínco los primeros exámenes del año.

Duerme lo suficiente

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A medida que se acerca un gran examen y se nos echa el tiempo encima, los estudiantes duermen menos para dedicar más horas a estudiar y repasar. Esto, de hecho, es un error, puesto que dormir es indispensable para que las sesiones de estudio sean productivas y saquemos partido al tiempo que pasamos estudiando.

Encuentra el modo de desconectar y relajarte

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El estrés de los exámenes puede adueñarse de nosotros si no encontramos el modo de desconectar y relajarnos entre una sesión de estudio y la siguiente. Esto no solo es importante para nuestra salud mental, sino también para el estudio: pensar siempre en lo mismo nos acaba agotando, aunque hayamos dormido lo suficiente.

Haz ejercicio

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Hacer ejercicio enlaza con la recomendación anterior porque es una forma perfecta de desconectar. Además, la actividad física libera endorfinas que nos ayudan a sentirnos mejor y más animados, lo cual nos puede ayudar a afrontar el estudio. Además, varios estudios han demostrado que hacer ejercicio ayuda a retener la información y a mejorar la memoria a corto y medio plazo, y eso le viene bien a cualquier estudiante.

Evita las distracciones

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Un móvil vibrando cada tres minutos, la televisión puesta de fondo o tu familia asomando de vez en cuando para ver si quieres algo de comer son torpedos a la línea de flotación de tu concentración. Busca un sitio tranquilo y con pocos estímulos, deja el móvil fuera de tu vista (y de tu bolsillo si lo tienes en vibración) y cuelga un gran cartel de "No molestar" si es necesario.

Divide las tareas y temarios

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Si pones sobre la mesa una montaña de apuntes y fotocopias, es probable que la tarea parezca inabarcable, te pueda el desánimo y no seas capaz de centrarte para sacar el estudio adelante. Divídela. Separa el temario en los distintos temas y créate un ritmo de estudio que te permita avanzar sin prisa pero sin abrumarte.

Busca una motivación

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Avanzar en tus estudios es una buena meta, pero quizá no siempre funcione como la motivación que necesitas. Fíjate otra. Puede ser algo relacionado con los propios estudios (subir tu media un poco por encima de la del año pasado) o con otros aspectos de tu vida, como premiarte con un baño relajante por las sesiones de estudio exitosas o con una escapada de vacaciones por unos buenos resultados en los exámenes.

Lee y escribe

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Es más fácil concentrarse en una tarea activa, como escribir, que en una solo pasiva, como leer, así que convierte tus sesiones de estudio en una mezcla de ambas. Al introducir la escritura manual, obligas a tu cerebro a absorber, procesar y convertir las ideas leídas en un discurso activo para expresarlas a tu manera.

Alimenta tu cerebro

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Algunos alimentos son especialmente recomendables en esta época por distintos motivos. Por un lado, son buenos los alimentos ricos en proteínas, porque nos sacian a la vez que contribuyen a mantenernos despiertos. También son recomendables las frutas, que nos aportan agua para mantenernos hidratados y carbohidratos complejos que nos dan energía de forma sostenida en el tiempo. El pescado y los frutos secos son ricos en ácidos grasos omega 3, que aseguran un buen funcionamiento cerebral, así que tampoco es mala idea asegurarte de que se encuentran en tu dieta durante estas semanas de estudio.

Imágenes | iStock
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