Cromoterapia: ¿ciencia o pseuodociencia?

Cromoterapia: ¿ciencia o pseuodociencia?

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Cromoterapia: ¿ciencia o pseuodociencia?

La cromoterapia es, como su nombre indica, el uso de color o colores, ya sea mediante luces u otras formas de exposición, para, supuestamente, realizar tratamiento de diversos problemas de salud.

Dependiendo de cómo se enfoque, es un ámbito a caballo entre la ciencia y la pseudociencia, entre la medicina, y lo que no lo es. Vamos a hacer un pequeño repaso sobre algunas de las aplicaciones y la utilidad de la cromoterapia.

Uso de la luz y el color para conseguir bienestar

La luz influye en nuestro organismo. Lo hace en el ritmo vigilia/sueño, en el descanso nocturno y repercute también en la salud, pues sabemos que necesitamos una adecuada exposición a la luz del sol para no padecer ciertas alteraciones y enfermedades.

Del mismo modo, el color es importante en el bienestar. Hay colores que nos "activan", otros que nos "relajan". Cada persona tiene colores favoritos. Los colores de una habitación nos transmiten sensaciones y pueden repercutir en nuestro estado de ánimo. Por lo tanto, podemos decir que, en la cultura popular, la cromoterapia, sea con luces o mediante el uso de colores, tiene cierta influencia en nuestra salud.

En ciertos casos que hay un componente, por así decirlo, físico u orgánico que explica los beneficios. Está claro en el caso de la luz solar, pues es necesaria para la la síntesis de vitamina D. También sabemos que el uso de luces brillantes cercanas al espectro azul (como las pantallas de ordenadores y smartphones) pueden generar problemas como el insomnio, mientras que la luz de color anaranjado o rojizo no interfiere tanto con la capacidad de conciliar el sueño.

Y hay algunos estudios que demuestran que ciertos usos de la cromoterapia, en casos concretos, pueden ser útiles. Por ejemplo, en algunos casos de problemas de salud mental como manía o depresión.

Cromoterapia

Cromoterapia: ¿Dónde está el límite entre lo científico y lo que no lo es?

El problema es la base. Es decir, sabemos que el uso de ciertos colores puede favorecer una relajación mental (como también relaja, por ejemplo, la música, o un entorno agradable).

Hemos comentado también que hay ciertos efectos a nivel biológico de elementos como la luz solar, luz roja o naranja, luz azul o blanco azulado... Pero la fundamentación es eso, biológica.

La base de la cromoterapia explica que los colores, de por sí, tienen efectos terapéuticos. Influyen sobre los órganos, actúan sobre la energía del cuerpo (chakras), y hay colores que pueden estimular o relajar, pero también fomentar la inteligencia, potenciar las defensas, actuar regulando enfermedades como hipertensión o diabetes... De esto no hay pruebas o, si las hay, son débiles y, probablemente se encuentren en estudios no demasiado adecuados metodológicamente hablando.

Recientemente hemos hablado del kinesiotaping, y hacíamos referencia a que los diferentes colores no tienen ninguna función sobre el organismo (es más, ni siquiera los fabricantes suelen dar este tipo de información no contrastada), pero hay profesionales y usuarios que piensan que cada color tiene un efecto terapéutico y unas indicaciones diferentes (repetimos, esto no es así).

Por lo tanto, y como conclusión, señalaremos que tanto la luz como el color tienen efectos sobre el organismo, pues nos afectan, en cierto modo, a nivel físico y mental: eso es innegable.

Lo que no se puede hacer es atribuir cualidades místicas al uso del color, ni pretender que actúa sobre el organismo a unos niveles que no están demostrados y que, probablemente, se deban, una vez más, a supersticiones, creencias y efecto placebo.

Y vosotros ¿qué opináis sobre la cromoterapia?

Imágenes por Cozy HomeNikki Zalewski en Shutterstock (con derechos de autor)

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