Hace unos días os hablábamos de cómo ser vegano o vegetariano y no tener problemas de salud e incluso hablamos sobre algunos mitos que existen alrededor de este tipo de alimentación que es totalmente asumible y sin ningún riesgo para la salud a pesar de lo que muchos piensan.
Hoy queremos contaros algunos falsos mitos sobre las legumbres y los antinutrientes, ya que las legumbres son una muy buena fuente de carbohidratos y proteínas que cuentan con un aminograma bastante interesante a pesar de lo que muchos piensan.
Antinutrientes de las legumbres
Al igual que los animales tienen garras y otras formas para defenderse ante las distintas amenazas a las que se puedan enfrentar, en el caso de las legumbres, cuentan con una defensa química ante posibles ataques.
Las legumbres almacenan un código genético de generaciones futuras y concretamente disponen de dos elementos que son los fitatos y las lectinas que pueden ser perjudiciales para nuestra salud si no cocinamos correctamente las legumbres o si no tomamos algunas precauciones.
En el caso de los fitatos, se encargan de que tengamos problemas a la hora de absorber algunos minerales como el zinc y el hierro, además de interferir en la digestión de ciertas proteínas como la pepsina, mientras que las lectinas, son una parte de las proteínas de las legumbres que pueden causarnos daños en la pared intestinal, aunque esto suele suceder únicamente cuando las cocemos mal.
Un buen consejo para no tener problemas con las legumbres es el de remojarlas previamente y luego cocinarlas de forma correcta, de esta manera nos aseguraremos de que no nos van a hacer ningún daño y podremos disfrutar sin ningún problema de ellas.
Importancia de las legumbres en nuestra alimentación
Como siempre decimos en muchos artículos, ningún alimento es imprescindible en una dietas y siempre habrá alimentos que puedan sustituir a otros alimentos que nos aportan ciertas vitaminas, minerales o proteínas con distintos aminogramas, más o menos completos.
En el caso de las personas veganas, las legumbres forman una parte fundamental y en este caso sí que imprescindible en la dieta, ya que, son la única fuente de proteínas de calidad a la que se tiene acceso en este tipo de dietas.
Las legumbres además nos aportan también hidratos de carbono, fibra, vitaminas del grupo B, minerales como el magnesio, fósforo, hierro, potasio y calcio. Dentro de las legumbres, las lentejas y los guisantes son especialmente interesantes, ya que, dentro de sus valores nutricionales, no poseen un porcentaje excesivamente alto de carbohidratos y sus proteínas son de calidad.
Otras legumbres como la soja también son interesantes, aunque estas tienen algunas contraindicaciones en algunos casos específicos, por ejemplo, las personas que padecen hipotiroidismo no pueden o no deberían consumirlas.
Siguiendo con su aporte proteico, es interesante destacar que los aminoácidos que poseen son casi completos, pero tienen ciertas carencias, concretamente deficitarios en metionina y cisteína, pero si los combinamos con algunos cereales o semillas, obtendremos una proteína totalmente completa.
Cacahuetes, soja y conclusiones
Los cacahuetes, aunque muchos piensan que son frutos secos, realmente también son legumbres, pero suelen comerse crudos, sin remojar ni cocinar, precisamente por esta razón, el aporte de antinutrientes de esta legumbre es superior a la del resto de legumbres.
No por ello es malo consumir cacahuetes, de hecho, pueden mejorar incluso el perfil lipídico a corto plazo, solo que debemos tener en cuenta que también pueden tener efectos no deseados para el organismo y por ello es mejor no abusar.
En cuanto a la soja, a pesar de tener una proteína bastante completa, en relación a la saciedad, no puede equipararse a la saciedad que proporcionan proteínas de otra procedencia, como la de suero, además, la proteína de soja como suplemento al parecer disminuye las ganancias musculares comparadas con otra suplementación.
En definitiva, la legumbres son un alimento más, que como cualquier otro, no son imprescindibles en una dieta y tienen mayor contenido calórico y más antinutrientes que otros alimentos de procedencia vegetal como verduras y frutas u otros alimentos como carnes, huevos o tubérculos. Además hay personas que tienen cierta intolerancia a estas, así que no es obligatorio incluirlas en nuestra dieta.
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