Entre los diferentes tipos de grasas que encontramos en nuestra mesa cada día, existen los llamados ácidos grasos poliinsaturados dentro de los que se encuentra el omega 3 y el omega 6. Entre estos debe existir un equilibrio que es de gran importancia para el organismo y a continuación te contamos por qué.
Diferencias entre omega 3 y omega 6
Aunque el omega 3 es el tipo de grasa más conocida, el omega 6 es el más abundante ya que se distribuye en muchos más alimentos que el primero.
Así, el ácido linoleico que es el que representa al omega 6 junto a otros ácidos grasos lo encontramos en todos los aceites vegetales, semillas, frutos secos, carnes, granos enteros, legumbres y derivados de los mismos, mientras que el omega 3 dentro de los cuales se encuentra el ácido alfa linolénico o ALA, ácido docosahexanoico o DHA y ácido eicosapentanoico o EPA se encuentra mayormente en aceite de pescado y pescado graso encontrándose en menores cantidades en semillas, frutos secos y aceites de los mismos.
Debido a esta diferencia de distribución en alimentos, hoy en día se utiliza en gran medida omega 6 para elaborar productos procesados y ultraprocesados y se consume en proporciones mucho mayores este ácido graso que omega 3 como señala un estudio publicado en la revista Nutrición Hospitalaria.
![Almond Almonds Brazil Nut 1295572](https://i.blogs.es/e714db/almond-almonds-brazil-nut-1295572/450_1000.webp)
Además de esta diferencia en cuanto a fuentes alimenticias, hay una diferencia considerable en el efecto de estas dos grasas en el organismo.
Por su parte, el omega 3 tiene efecto antiinflamatorio y autoinmune que lo han relacionado a menor riesgo de sufrir diferentes enfermedades como artritis reumatoidea, enfermedad de Crohn, lupus y otras, mientras que el omega 6 en grandes cantidades tiene el efecto contrario, con acción proinflamatoria.
La importancia del equilibrio entre omega 3 y omega 6
Nuestros antepasados, llevaban una dieta en la cual ambos tipos de grasas se encontraban en similares proporciones, es decir, la relación omega 3/ omega 6 era de 1 en 1, mientras que en la actualidad esto ha cambiado considerablemente y ella puede ser una de las muchas causas de la alta incidencia de enfermedades mediadas por procesos inflamatorios.
![Almonds Bright Close Up 971078](https://i.blogs.es/305155/almonds-bright-close-up-971078/450_1000.webp)
De hecho, un estudio realizado en roedores señala que llevar una dieta hipergrasa pero con un relación omega 6/ omega 3 inferior a la que llevamos en la actualidad protege ante la acumulación de grasa en el hígado o ante el hígado graso que podría ser otro marcador más del síndrome metabólico tan prevalente en la actualidad.
De igual forma, un desequilibrio entre omega 6 y omega 3 podría estar vinculado a mayor incidencia de trastornos emocionales, así como también, una revisión de diferentes estudios publicada en 2011 concluye que reducir la relación entre omega 6 y omega 3 podría ser de ayuda para prevenir enfermedades cardiovasculares y otras como el cáncer, ya que entre otras cosas, un exceso de omega 6 incrementa la peroxidación lipídica y el estrés oxidativo en el cuerpo que puede inducir estas y otras patologías.
Reducir la relación omega 6/ omega 3 que tenemos en la actualidad (aproximadamente 15:1) y acercarnos a la que tenían nuestros antepasados no sólo podría prevenir estas enfermedades sino reducir la gravedad y mejorar el control de otras en la que los procesos inflamatorios son predominantes como señala una investigación realizada en Estados Unidos. Incluso, sería clave para reducir la resistencia a la insulina que se encuentra detrás de gran parte de los trastornos metabólicos de la actualidad.
Cómo acercarnos a un equilibrio entre omega 6 y omega 3
La dieta que llevaban nuestros antepasados en el paleolítico era rica en grasas en general pero con abundante proporción de omega 3 derivada no sólo de la ingesta de animales marinos sino también del gran consumo de animales de caza que se alimentaban con hierbas, frutos y semillas ricos en este tipo de grasas.
El mayor consumo de frutos secos y semillas que tenían respecto a la actualidad también era una gran diferencia que propiciaba el equilibrio entre omega 6 y omega 3.
![Close Up Cooking Cuisine 629093](https://i.blogs.es/701e60/close-up-cooking-cuisine-629093/450_1000.webp)
Hoy en día, con una dieta totalmente diferente, la relación omega 6/ omega 3 es superior a 15:1 y de allí la importancia de intentar acercarnos nuevamente al equilibrio si queremos proteger la salud.
Por empezar es clave consumir más pescado, ya que el aceite de pescado o la grasa que los ejemplares con mayor contenido lípidICo ofrecen es más beneficiosa que el omega 3 de origen vegetal.
Por otro lado, acudir a determinados aceites con más omega 3 como es el caso del aceite de semilla de chía o aceite de rosa mosqueta podría ser de ayuda, al igual que emplear aceite de nuez o aceite de colza.
También podría ser de ayuda reducir el omega 6 que consumimos, moderando por ejemplo el consumo de carnes, de frituras, de granos en general y sobre todo de procesados y ultraprocesados que exceptuando productos de pescado, no son fuente de omega 3 sino de omega 6.
Alejarnos de una dieta occidental y acercarnos a una dieta mediterránea podría ser otro recurso para recuperar el equilibrio entre omega 6 y omega 3 que tanto está necesitando nuestra salud.
Imagen | Pixabay y Pexels