Tres puntos clave que tienes que tener en cuenta para sacar todo el partido a la máquina de remo

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La máquina de remo no suele ser la más demandada en el gimnasio, aunque se trata de una de las máquinas de cardio que nos ofrecen un entrenamiento más completo. Además del trabajo de corazón y pulmones, a través del entrenamiento en el remo sumamos la coordinación, el trabajo de la musculatura de la espalda, los antebrazos y las piernas, así como la movilidad de caderas y hombros.

El entrenamiento en máquina de remo es muy efectivo a la hora de quemar calorías, ya que para su realización implica a grandes grupos musculares. Eso sí, si queremos sacar todo el partido a esta máquina, deberemos realizar un movimiento técnicamente correcto, que además nos ayudará a mantenernos alejados de posibles dolores y lesiones.

Para que puedas entrenar de forma segura en esta máquina y darlo todo en tu entrenamiento, aquí tienes tres puntos clave que tienes que tener en cuenta al entrenar con el remo.

  • Mantén una postura correcta mientras estás en la máquina: es importante que nuestra espalda se encuentre erguida durante todo el movimiento, ayudándonos para ello de la musculatura del core, que se mantendrá activa durante el mismo. Mantén siempre tus hombros atrás y abajo y alejados de tus orejas, evitando así encorvar la espalda hacia adelante.
  • Un movimiento técnicamente correcto: la coordinación es este caso es una de las partes más importantes del movimiento. Comenzamos con los brazos extendidos y las rodillas flexionadas para terminar el movimiento de forma opuesta: empezamos extendiendo las piernas y, cuando nos encontremos a medio camino, es el momento de flexionar los codos tirando del agarre hacia nuestro pecho. La espalda se mantiene erguida, sin inclinarnos exageradamente hacia atrás: simplemente extendemos las piernas y llevamos el agarre justo debajo de nuestro pecho.
  • Mantén un movimiento fluido: no se trata de hacer cada parte del movimiento por separado o a trompicones, sino de unir el movimiento de piernas y de brazos en una acción fluida en la que cada segmento se entrecruza con el siguiente. Si lo hacemos de forma correcta, no necesitaremos realizar movimientos bruscos al remar: asegúrate también de elegir una resistencia adecuada para tu estado físico.

Imagen | iStock

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