El ejercicio físico es uno de los mejores escudos para evitar la osteoporosis, especialmente en mujeres, pero también en hombres

Istock 1153595542
Sin comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

Los efectos del ejercicios sobre la salud de los huesos en mujeres ha sido ampliamente estudiada por la evidencia científica, y hemos escrito varios artículos sobre ello. Sin embargo los hombres, debido en gran parte a una probabilidad mucho menor de osteoporosis, han sido una población menos investigada (hasta ahora).

Una reciente revisión sistemática con metanálisis publicada en la revista Calcified tissue international ha reunido todos los ensayos controlados hasta la fecha que abordan el efecto del ejercicio físico sobre la densidad mineral ósea en hombres.

¿Por qué es importante la densidad mineral ósea y cómo el ejercicio físico ayuda en su salud?

Una baja densidad mineral ósea hace que nuestros huesos sean menos resistentes a una fractura. Llegado el momento, y ante una muy mala salud ósea puede darse el caso de que el hueso se parta sin que haya ningún golpe, simplemente al apoyar el pie en el suelo.

En su casi totalidad ocurre en mujeres ya que tienen un pico menor de densidad mineral ósea alcanzada sobre los 30 años, y de ahí, tanto hombres como mujeres podremos mantenerla, pero difícilmente aumentarla. Es por ello que la actividad física que mejora la salud de huesos debe ser implantada desde niños.

Años más tarde la mujer cursa una etapa que los hombres no tenemos: la menopausia. En esta etapa los depósitos óseos caen empicado y encontramos a muchas mujeres con 55 - 60 años con una muy mala salud ósea que va a ir disminuyendo aún más en los años siguientes.

Si bien la osteoporosis y problemas óseos es cuatro veces más común en mujeres que en hombres, no significa que en hombres no exista. Por ello, tanto el hombre como la mujer se beneficiarán del ejercicio físico para una mejor salud de sus huesos.

¿Qué tipo de ejercicio es recomendable para este objetivo?

Istock 1267228659

Los estándares de oro para la salud de nuestro esqueleto son: los ejercicios de fuerza y las tareas de alto impacto. Por entrenamiento de fuerza entendemos cualquier carga que tire de nuestros tejidos blandos y músculos y con ello activen los mecanismos óseos que mejoran su salud.

Respecto a las tareas de impacto son todas aquellas que implican saltos e impactos en el suelo. Fuera de esas tareas encontramos la natación, el ciclismo y otras en las que ese impacto es inexistente. Sí que se recomiendan las que incluyen carrera, especialmente con cambios de dirección y velocidades altas, debido a su mayor fuerza de impacto.

En Vitónica | Así puede ayudarte tu dieta a prevenir la osteoporosis

Imágenes | iStock

Comentarios cerrados
Inicio