La práctica de actividad física puede ofrecer muchos beneficios en quienes sufren de asma, y eso se ha probado en un reciente estudio que además, concluye que en invierno más que nunca el ejercicio ayuda a controlar la enfermedad.
En la investigación participaron más de 640 adultos que sufrían asma desde hace más de 15 años y se evaluaron sus hábitos de ejercicio físico así como los síntomas de la enfermedad que permitieron determinar el control que tenían de la misma.
Así, se concluyó que las personas que realizaban unos 30 minutos diarios de actividad física la mayor parte de los días de la semana tenían 2,5 veces más probabilidades de tener un mejor control de la enfermedad. Y la asociación positiva entre ejercicio y mejor control del asma era mayor en invierno.
Es decir, aunque la mayor parte de los asmáticos pensarían lo contrario, la práctica de actividad física en invierno, resulta muy beneficiosa para mantener bajo control el desarrollo de los síntomas del asma.
Entonces, debido a que muchas de las personas que sufren de asma suspenden o reducen la realización de ejercicio en los meses del año más fríos, es importante tener en cuenta que por primer vez se sabe que su práctica durante el invierno, puede favorecer el control de la enfermedad.
Por supuesto, como siempre decimos, es fundamental seguir indicaciones de un profesional de la salud al momento de iniciar o practicar cualquier tipo de actividad física, pero por supuesto, la realización de ejercicio de intensidad moderada cada día resulta beneficioso y posible para todas las personas siempre y cuando se adapte a la condición biológica, enfermedad u otras particularidades.
Vía | BMJ Open Resp Res 2015;2:e000083 doi:10.1136/bmjresp-2015-000083
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