De cómo el ejercicio modifica nuestros genes para que seamos más saludables

De cómo el ejercicio modifica nuestros genes para que seamos más saludables
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No existen excusas para no hacer ejercicio. Eso de: "la genética no me acompaña" siempre ha sido una mala excusa. Y esque, el ejercicio puede cambiar nuestra genética, adaptándose a los estímulos de actividad física que le ofrezcamos y, así, por tanto, transformando nuestro material genético en cuanto a forma y funciones. Esto, evidentemente, es muy beneficioso para nuestra salud.

Nuestro genoma es dinámico y dependiendo de nuestro estilo de vida y ambiente, se activarán o desactivarán algunos genes, algo que conlleva la relación con ciertas proteínas que suponen efectos fisiológicos en nuestro cuerpo.

¿Cómo modifica el ejercicio nuestra genética?

La genética es compleja, pero digamos que con nuestras accciones diarias podemos apretar el gatillo para mejorar o no nuestra calidad y esperanza de vida.

Los científicos tienen una bonita y larga línea de investigación para ver cómo el ejercicio influye en nuestra genética. Se sabe que el ejercicio activa y desactiva ciertos genes, pero no se sabe exactamente cómo ni por qué.

Además, no solo el ejercicio influye en esa modificación de los genes, el ambiente y el resto de hábitos de nuestro estilo de vida, también, de ahí la dificultad de establecer exactamente cómo el ejercicio influye en nuestra genética, ya que hay más incógnitas en la ecuación.

Esto es lo que ha intentado solucionar un grupo de científicos del Karolinska, donde en un estudio han puesto a pedalear solo con una pierna a un grupo de hombres y mujeres sanos. Vieron, mediante análisis genéticos sofisticados, como se producían cambios sólamente en los genes de las células musculares de la pierna ejercitada.

Esos genes que se veían afectados tenían mucho que ver con el metabolismo energético, la insulina o la inflamación muscular. Por tanto, mucho que ver con lo que conocemos como: "estar en forma y saludable".

Pero, todavía queda mucho por descifrar: ¿cuánto tiempo permanecen esos cambios?, ¿con qué tipo de ejercicio? o ¿a qué intensidad? Desde luego, una cosa queda clara: hacer ejercicio influye en nuestros genes y esto hace que seamos más saludables.

Está claro que muchas de las explicaciones en cuanto a dieta y ejercicio las tenemos que buscar en nuestros genes. Ya vimos en Vitónica hace un par de años como el ejercicio puede modificar el ADN, con un estudio que también provenía del Instituto Karolinska.

Vía | Blog Well (NYT)

Imagen | Thinkstock

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