Los alimentos fuentes de hidratos de carbono suelen ser los grandes maltratados al momento de cuidar nuestra alimentación y especialmente si buscamos bajar de peso. Por eso, como nutricionista respondo a la pregunta de qué engorda más: el azúcar o la harina.
Azúcar vs harina
Cuando hablamos de harina nos referimos a la harina de trigo blanca o refinada, que constituye uno de los componentes que se recomienda reducir la dieta habitual para evitar un exceso de hidratos de fácil asimilación, que pueden ocasionar picos de glucosa en sangre y a largo plazo, alterar nuestro metabolismo.
Respecto al azúcar, nos referimos al azúcar de mesa o de azúcar blanca que utilizamos habitualmente para endulzar diferentes platos y que no constituye más que un hidrato de fácil asimilación. También posee un alto índice glucémico y se recomienda minimizar a diario por formar parte de los azúcares libres o añadidos que la OMS aconseja limitar a un 10% del aporte calórico total.
En ambos casos se trata de alimentos que se recomienda minimizar en la mesa habitual y que pueden reemplazarse perfectamente por otras alternativas más saludables. No obstante, la harina no es únicamente hidratos de carbono y azúcares o hidratos simples como si lo es el azúcar que ofrece calorías vacías sino que en la harina de trigo refinada encontramos además un porcentaje de proteína vegetales y vitaminas así como minerales que resultan valiosos para nuestro cuerpo.
Por otro lado, el azúcar de mesa posee un efecto altamente adictivo sea cual sea la preparación o la infusión en la que se presente, mientras que la harina puede formar parte de múltiples alimentos o platos y saciar en mayor medida que el azúcar
Así, la harina puede ofrecernos nutrientes valiosos para nuestro cuerpo como el magnesio, un mínimo de proteínas vegetales, zinc, fósforo, vitaminas del grupo B y potasio; mientras que el azúcar únicamente nos brinda hidratos de fácil asimilación y calorías que no sacian.
Por todo esto, como nutricionista considero que engorda más el azúcar de mesa que la harina que podemos incluir por ejemplo, en una masa de tarta o de galletas junto a otros ingredientes de calidad como pueden ser verduras, frutas, legumbres, huevos u otros alimentos que reducen el índice glucémico de la harina e incrementan su poder saciante.
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Imagen | Felicity Tai
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